Los socialistas del saliente presidente de Gobierno Pedro Sánchez tomaron la delantera pero su participación en el voto estaba lejos de una mayoría parlamentaria.
Madrid.- Los datos iniciales de la votación de este domingo en las elecciones de España apuntaban a un parlamento dividido, aunque los partidos de izquierda obtenían ventaja sobre un bloque de derecha fragmentado por el surgimiento de los nacionalistas de Vox.
Los socialistas del saliente presidente de Gobierno Pedro Sánchez tomaron la delantera pero su participación en el voto estaba lejos de una mayoría parlamentaria, planteando la posibilidad de meses de conversaciones para formar un gobierno en un parlamento amargamente dividido.
Los españoles acudieron a las urnas en números cercanos a récord en las elecciones más disputadas del país en décadas. La extrema derecha conseguiría una presencia considerable en el parlamento por primera vez desde que terminó la dictadura de Francisco Franco en la década de 1970.
"Sin duda Vox es uno de los grandes ganadores de la noche", dijo Narciso Michavila, jefe de la encuestadora GAD3, en un programa de televisión.
En una elección dominada por el debate sobre los valores culturales y la identidad nacional, más que por la economía, la campaña de Vox estuvo marcada por una apasionada referencia a la historia, las costumbres y la supervivencia de España como nación.
Con alrededor del 40% de los votos contados, los datos mostraban que los partidos de izquierda tenían una diferencia clara sobre los tres de derecha. El recuento inicial de sufragios procede principalmente de ciudades pequeñas y no necesariamente refleja el resultado final.
Los primeros resultados mostraron que el partido de extrema derecha ganaría 23 escaños, un aumento desde menos del 1%de las elecciones generales previas.
Cientos de personas se agruparon en las afueras de su oficina principal en Madrid mientras proseguía el recuento, ondeando banderas españolas y celebrando.
Es la tercera elección nacional en cuatro años, después de que las dos primeras erosionaran el predominio de décadas de los dos mayores partidos, los socialistas y el conservador Partido Popular.
La dificultad de ensamblar una coalición de gobierno en un panorama político tan fracturado significa que es posible que España pueda dirigirse hacia otra repetición de comicios.
Una votación fragmentada, seguida de largas conversaciones para formar una administración, se está convirtiendo en un tema recurrente en la política europea a medida que los votantes rechazan a los partidos tradicionales en favor de nuevos grupos usualmente en los extremos del espectro político.
En España, cuestiones como la migración masiva o el escepticismo sobre el proyecto europeo que han dominado el discurso político en otras partes fueron eclipsadas por el tema de la unidad nacional y la amenaza que representa el movimiento independentista en Cataluña.
Cuando todavía está fresco en la memoria de la generación más antigua de españoles el trauma de la dictadura militar de Franco, fallecido en 1975, el país se ha mostrado contrario desde hace tiempo a la ola de nacionalismo y populismo que se extiende por otras partes de Europa.