Los sondeos predicen que el Congreso que emergerá de esta nueva elección será tan fragmentado como el anterior, con cuatro fuerzas mayoritarias y seis pequeños partidos con representación en una cámara de 350 diputados.
Madrid. Seis meses después de las últimas elecciones, los españoles volvían a votar el domingo con la esperanza de romper el bloqueo político, mientras los sondeos auguran que la alianza antiausteridad Unidos Podemos podría superar a los socialistas y transformarse en la principal fuerza de izquierda.
Los partidos políticos no consiguieron formar gobierno tras los comicios de diciembre, que pusieron fin a 40 años de mayorías estables del conservador Partido Popular (PP) y del Partido Socialista (PSOE) con la irrupción de nuevas formaciones que canalizaron el sentimiento antisistema tras la crisis económica y una serie de escándalos de corrupción.
Los sondeos predicen que el Congreso que emergerá de esta nueva elección será tan fragmentado como el anterior, con cuatro fuerzas mayoritarias y seis pequeños partidos con representación en una cámara de 350 diputados. Ninguno de ellos estará cerca de una mayoría para gobernar en solitario.
Las encuestas siguen pronosticando que el Partido Popular será el más votado el domingo, con alrededor de 120 diputados, mientras que el centrista Ciudadanos, una de las dos fuerzas emergentes tras la crisis económica, lograría unos 40 escaños. La suma de ambos estaría lejos de la mayoría absoluta de 176 escaños.
Sin embargo, la unión de fuerzas de los dos partidos más de izquierda, Unidos Podemos, podría, en teoría, desbloquear la situación.
Se prevé que Unidos Podemos obtenga unos 90 escaños, que sumados a los alrededor de 80 que podría lograr el PSOE, les situaría cerca de una mayoría absoluta, ya que solo les bastaría el apoyo de algún partido nacionalista. También podrían formar un gobierno de minoría.
No obstante, muchos analistas creen que los socialistas podrían decantarse por formar una "gran coalición" con el Partido Popular o permitir gobernar al PP en minoría, antes que apoyar a un partido que amenaza su propia existencia.
"Creo que estamos en un momento crucial para la gente progresista o de izquierdas. Es el momento, tenemos la oportunidad del cambio" dijo Carlos Martínez, un administrativo jubilado que votó por Unidos Podemos en el barrio madrileño de Arganzuela, al sur de la capital española.
La situación política en España tiene reminiscencias con Grecia, donde un histórico partido de centroizquierda, el PASOK, se unió a una coalición de gobierno encabezada por una formación de centroderecha en 2012 para posteriormente verse arrasado en las siguientes elecciones por el ascenso al poder del partido izquierdista Syriza, cercano a Podemos.
Tras el referendo en Reino Unido el jueves, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, instaron a llevar a cabo una refundación de la Unión Europea, basada en una democracia mejorada, con protección social y solidaridad.
Aún no está claro qué impacto podría tener el resultado del referendo británico en las elecciones españolas.
Algunos votantes dijeron el domingo que optaron por una "opción segura", recurriendo a partidos tradicionalmente dominantes como PP o PSOE, mientras otros dijeron que les alentó a votar por Unidos Podemos. No obstante, muchos dijeron que el Brexit no tuvo influencia en su voto.
También existe incertidumbre sobre la participación, ante la repetición de los comicios tras seis meses de disputas entre los partidos y a las puertas de las vacaciones estivales.
Silvia Gea, farmacéutica de 39 años y tradicional votante del PP, excepto en diciembre cuando optó por Ciudadanos, dijo que había vuelto a confiar en el partido del presidente de Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, con la esperanza de poner fin a los seis meses de estancamiento.