Morales, en un discurso franco y directo, aseguró: "(estoy) un poco preocupado al ver un poco de tensión en esta reunión, y estaba preguntando si será por el fallecimiento del hermano Hugo Chávez (presidente de Venezuela) o por el fracaso de la lucha contra las drogas en el mundo".
Viena, EFE. El presidente de Bolivia, Evo Morales, declaró este lunes ante la Comisión de Estupefacientes de la ONU que la lucha mundial contra las drogas es un "fracaso" y que funciona como "un instrumento de dominio geopolítico".
"Hoy hay cada día más drogas en los mercados, cada vez hay más armas que alimentan la violencia social, cada vez más dinero ilícito encubierto por el secreto bancario", declaró Morales a los delegados que participan en la reunión que empezó hoy en Viena.
Morales, en un discurso franco y directo, aseguró: "(estoy) un poco preocupado al ver un poco de tensión en esta reunión, y estaba preguntando si será por el fallecimiento del hermano Hugo Chávez (presidente de Venezuela) o por el fracaso de la lucha contra las drogas en el mundo".
El presidente boliviano destacó que "la denominada lucha contra el narcotráfico se ha convertido en un instrumento de dominio geopolítico".
"Las drogas ilícitas constituyen la tercera industria más rentable del mundo, según un informe de Naciones Unidas, después de la industria alimentaria y el petróleo, con un valor estimado de US$450.000 millones anuales completamente bajo el control de los criminales", recalcó.
Según Morales, el efecto de la Convención de 1961 contra las drogas ha sido el opuesto al deseado y animó a reflexionar sobre las razones de ese "fracaso".
Al mismo tiempo, el mandatario denunció lo que consideró el "uso político" y "geopolítico" de la lucha contra las drogas por parte de "algunas potencias" y que, a su juicio, están detrás del fracaso de la estrategia contra el narcotráfico.
"No es posible que detrás de las luchas contra el narcotráfico y el terrorismo esté el interés de algunos países de apropiarse de nuestro recursos", denunció.
Destacó que, sin la ayuda de EE.UU., Bolivia ha reducido sus campos de cultivo ilícito de hoja de coca y animó a otros países a "nacionalizar" también la lucha contra el narcotráfico.
Por el contrario, recordó el aumento del cultivo de opio en Afganistán en el año 2011, siendo "un país ocupado por EE.UU.".
Con 27.200 hectáreas sembradas, Bolivia es el tercer productor de hoja de coca después de Colombia y Perú, de las cuales 12.000 son legales y están destinadas a usos tradicionales.
La ONU ha elogiado en sus últimos informes la reducción del 12% de los cocales en el país andino en 2011, mientras que en Colombia y Perú se produjeron pequeños aumentos de los plantíos.
Morales expresó hoy su "admiración" y "agradecimiento" a los 169 países que no se opusieron a la despenalización de la hoja de coca en el país andino.
Naciones Unidas aceptó en enero pasado la solicitud boliviana de reincorporarse a la Convención Única sobre Estupefacientes con una excepción sobre el mascado de coca o "acullicu", al haberse opuesto sólo 15 países de los 61 cuyo veto habría frenado esa iniciativa.
"Esta reserva no significa que Bolivia apoye la cocaína o las drogas. Los pueblos indígenas no somos de la cultura de la cocaína, de la cultura de las drogas", destacó, al tiempo que reafirmó la lucha contra el narcotráfico, a la que Bolivia dedica US$40 millones anuales.
El presidente boliviano defendió que la hoja de coca en su estado natural no es ningún estupefaciente y que con esa medida (la excepción en la Convención) se ha reparado "un error histórico".