"Estoy convencido de que (el caso YPF) no influirá para nada a Bolivia porque nuestros acuerdos firmados son empresa a empresa y con la confianza de los gobiernos de España y de Bolivia", dijo el mandatario.
La Paz. El presidente Evo Morales aseguró este martes que la nacionalización de la filial de Repsol en Argentina no afectará a las operaciones del grupo petrolero español en la estatizada industria de hidrocarburos de Bolivia.
La decisión de expropiar el 51% de YPF, firma argentina controlada por Repsol, fue anunciada el lunes por el gobierno de Cristina Fernández y desató indignación en medios empresariales y políticos de España y temores de un rebrote de estatizaciones en la región.
"Estoy convencido de que (el caso YPF) no influirá para nada a Bolivia porque nuestros acuerdos firmados son empresa a empresa y con la confianza de los gobiernos de España y de Bolivia", dijo Morales en conferencia de prensa.
Desde la nacionalización de hidrocarburos decretada por Morales hace casi seis años, Repsol y las demás compañías petroleras extranjeras que operan en Bolivia se desempeñan como proveedoras de servicios a la estatal YPFB, que detenta la propiedad de la producción y programa las inversiones.
YPF estaba presente en Bolivia como empresa independiente desde 2011, cuando firmó un convenio de estudio con YPFB para detectar posibles proyectos de exploración.
Repsol, en cambio, lidera en el bloque sudoriental Caipipendi una inversión de aproximadamente US$1.500 millones para subir hasta 15 millones de metros cúbicos diarios (mmcd), desde los 3,0 mmcd actuales, el bombeo de gas natural a Argentina.
Repsol participa también como socia minoritaria en una empresa controlada por YPFB.
Morales dijo que entre Repsol y el gobierno boliviano hay una "relación de mucha confianza", especialmente porque el gigante español "respeta toda la normativa boliviana" y realiza, especialmente en proyectos de gas natural, inversiones que "van bien".
Las inversiones programadas este año en la industria petrolera boliviana se aproximan a los US$2.000 millones, de los cuales la mayor parte correrá por cuenta de YPFB.