El mandatario boliviano advirtió a sus seguidores que el cultivo de coca debía mantenerse bajo control. "No habrá ahora mayor incremento", advirtió.
La Paz. El presidente boliviano, Evo Morales, fue reelecto estelunes líder de los combativos sindicatos de productores de coca de la región deChapare, con la difícil misión de frenar las demandas de más permisos para elcultivo de esa materia prima de la cocaína.
Morales apenas logró posponer una decisión final sobre elincremento de los cocales antes de jurar en la noche de este lunes a un nuevomandato bienal como presidente de las seis federaciones de cocaleros deChapare, cargo que ejerce desde principios de la década de 1990.
Aunque proclamó aparentemente eufórico el grito de guerrasectorial "¡Causachum coca!¡Waiñuchum yanquis!" (¡Viva la coca!¡Mueran los yanquis!, en quechua), el mandatario boliviano advirtió a susseguidores que el cultivo de coca debía mantenerse bajo control, dijeron medioslocales.
Por iniciativa de Morales, quien inició en los sindicatoscocaleros su actual proyecto político plurinacional y socialista, la decisiónde aumentar los cocales quedó reducida a un acuerdo preliminar a ser debatidonuevamente en un próximo congreso sectorial, dijo el diario Los Tiempos deCochabamba.
"Algunas comunidades dicen que no es suficiente un cato(un octavo de hectárea) de cultivo de coca para subsistir y piden elincremento, pero esto no es posible por una cuestión de política de Estado, nohabrá ahora mayor incremento", dijo el mandatario.
Por una ley antidrogas de la década de 1980 y decisionesgubernamentales de la última década, los cultivos de coca en Bolivia deberíansumar entre 15.000 y 19.000 hectáreas, pero un reporte de Naciones Unidas indicóque hacia fines del 2009 se mantenían en torno a las 30.000 hectáreas.
Bolivia es el tercer productor mundial de coca y cocaína,después de Colombia y Perú, y en los últimos años ha sido señalada también comoruta de paso de cocaína peruana hacia Brasil y países europeos.