El presidente de Bolivia reaccionó a las declaraciones del canciller chileno, quien dijo que Santiago no aceptará mediación de nadie en el conflicto con La Paz.

Días de dimes y diretes entre Chile y Bolivia. Primero el presidente Evo Morales aseguró que el papa Francisco habría mostrado interés en mediar en la demanda marítima planteada por La Paz. Luego el canciller Heraldo Muñoz, desde Santiago, dijo que Chile no aceptaría mediación de nadie. Y este martes, Morales volvió a la carga diciendo que cualquier gobierno, organismo o personalidad puede interceder por el “derecho justo” de un pueblo.

“Estos días estuve escuchando algunas versiones desde Chile. Si un pueblo es injusto con este pueblo, cualquier organismo internacional, cualquier personalidad, cualquier institución mundial o cualquier gobierno puede mediar por un derecho justo de otro pueblo”, dijo Morales en un acto en la región de Potosí. El mandatario aseguró que el mundo vive “tiempos de cambio” que “son tiempos también de integración y no de invasión”.

Bolivia perdió 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados a manos de las tropas chilenas en 1879, durante la Guerra del Pacífico. En 1904 ambos países firmaron un tratado de límites que Chile dice que Bolivia pretende desconocer con su demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya interpuesta en 2013, donde exige al gobierno de Chile que se siente a negociar una salida al mar.

“Pierden el tiempo”. Heraldo Muñoz reiteró en Santiago este martes que Chile no aceptará presiones de ningún tipo y que no cederá soberanía ni territorial ni marítima. “Eso tiene que quedar claro y Bolivia pierde el tiempo cuando pretende por la vía de la CIJ obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar. Eso no va a ocurrir, es una pérdida de tiempo para las relaciones bilaterales”, sostuvo Muñoz.

El argumento de la demanda boliviana es que históricamente varias autoridades chilenas hicieron ofertas para resolver el conflicto, pero no se concretaron. Chile ha rechazado este reclamo con el argumento de que los límites quedaron zanjados 25 años después de la guerra, y que la CIJ no tiene competencia para tramitar la demanda pues se creó después de la firma de ese acuerdo.