José Antonio Meade, actual titular de la Secretaría de Desarrollo Social asegura, sin embargo, que lo correcto “es concentrarse en el presente”.
Desde hace meses que ha sido señalado como presidenciable. José Antonio Meade, secretario de Desarrollo Social, públicamente se resistía a encartarse en el juego sucesorio. Ahora, por primera vez lo hizo. Para incorporarse a la ya transitada calle electoral del 2018 utilizó una analogía vial.
—¿Más allá de las responsabilidades del momento, se hacen proyecciones, dónde se ve en año y medio? –se le preguntó en entrevista con Excélsior al funcionario federal, quien intentó que la atención se concentrara en su tarea actual, sacándole la vuelta al tema de una eventual candidatura presidencial.
Meade, el único funcionario en la historia de México que en cinco años ha sido titular de cuatro secretarías de Estado de forma ininterrumpida (Energía, Hacienda, Relaciones Exteriores y Sedesol), en dos administraciones de distintos signos, la de Felipe Calderón (PAN) y la de Enrique Peña Nieto (PRI), empezó su respuesta así:
“Pues muy satisfecho de haber cumplido año y medio...”
Daba la impresión de que la posición de Meade acerca de su futuro político era inamovible, sobre todo porque ya se le había insistido. De repente, con un tono distinto al de todas sus respuestas, con cierta picardía irradiando de su mirada, con lo que pareció no querer dejar duda de que ya se subió al carro de la carrera presidencial, soltó:
“Y ahí es importante señalarlo: cuando uno va manejando el coche, por ejemplo, pues si de repente empieza uno a pensar en qué va a hacer cuando llegue, en vez de concentrarse en manejar el coche, luego el coche se nos desvía, hay que estar pendiente por llevarlo por buen curso y buen camino y ya veremos el camino a dónde lleva”.
El cruce de miradas sorprendidas entre Eduardo del Río, director de comunicación social y José Luis Ruiz, su colaborador, corroboraron que el secretario Meade, aunque metafóricamente no se descarta para la sucesión presidencial.
En una de las salas del piso donde está su oficina en Paseo de la Reforma, a José Antonio Meade, que está a punto de cumplir cuatro meses al frente de Sedesol, y antes de su encarte presidencial dijo que le gustaría ver que en México las personas tengan las mismas oportunidades de desarrollo.
“Yo llevo trabajando casi 25 años en el sector público, soy padre de familia, tengo tres hijos y me gustaría que ellos vieran un mejor México del que nos ha tocado y me gustaría, porque además tuve muy buenas oportunidades en todos sentidos, tuve oportunidades de educarme en extraordinarias universidades, en la Universidad Nacional Autónoma de México, en el ITAM, tuve oportunidad de estudiar fuera becado por el gobierno y he tenido grandes oportunidades en términos de los desempeños donde se me ha tenido confianza.
“Hoy le agradezco infinitamente y comprometo mi lealtad con el Presidente por la oportunidad que aquí me dio y lo que me gustaría es ver un México en donde cada vez más gente tuviera sus oportunidades, tuviera oportunidad no ya solamente de terminar la secundaria, sino una carrera y un posgrado, de ver como yo veo a mis hijos desarrollándose y teniendo acceso a oportunidades”.
El titular de la Sedesol se refirió a que son cada vez más los mexicanos que pueden y que tienen acceso a ese México que él quisiera para todos; está cierto que aunque en México se ofrecen buenas oportunidades, no son para todos.
“Pero en el presente, pues el Presidente me da la oportunidad de desplegarme en una secretaría que tiene muy buenos instrumentos, en una secretaría que tiene un objetivo puntual que cumplir y eso implica, de quienes aquí hoy estamos, pues el 100% de nuestra atención, de nuestra concentración y de nuestra dedicación.
“Mi experiencia ha sido, en cada una de las oportunidades que he tenido, que si me entrego al 100, que si trabajo con empeño y con entusiasmo, pues la vida y la biografía pues se ha venido construyendo y me ha venido ofreciendo otras oportunidades, pero ha sido sobre la base de aprovechar, de cumplir y de dedicarme con toda entrega al presente y a la oportunidad que tengo por delante en el hoy”.
Meade, que ya hizo pública su intención de no afiliarse a ningún partido político, con lo que se puede mantener libremente en el ámbito de los independientes fue consultado sobre cuál sería su posición frente a la posibilidad política, de que se abriera un camino hacia una candidatura presidencial por la vía independiente.
“Yo creo que eso habría que verlo en el futuro; hoy en el presente, el reto mío personal, el compromiso mío personal, pasa por entregar aquí buenas cuentas, y buenas cuentas no en tres años, buenas cuentas en estos primeros cien días, buenas cuentas la semana que entra, buenas cuentas durante el año que entra. Y en eso habré de estar concentrado, para que la oportunidad que hoy tengo de servicio sea una oportunidad que trascienda y que pueda yo estar tranquilo en mi conciencia, de que le cumplí al Presidente, tranquilo en mi conciencia de que cumplí con el país, de haber entregado lo mejor de mí en la oportunidad que hoy tengo, en la certeza pues de que ha sido la mejor forma pues de seguir construyendo alternativas y oportunidades”.
Meade, que otorga la entrevista, recién llegado de una gira por el estado de Querétaro, dijo que de los puestos por los que ha pasado en la servicio público, donde más le emociona entregar buenas cuentas es en la Sedesol, porque el trabajo en esa dependencia, dijo, “implica transformar vidas y abrir oportunidades para quienes hoy en México todavía no las han tenido. De todos los desempeños, es por tanto en donde si tuviéramos un buen resultado mayor satisfacción personal tendría”.
Meade dijo que el hecho de que la Sedesol sea una dependencia donde haya mayor contacto con la gente lo emociona y compromete.
“El sentir que cuando uno hizo bien su trabajo implica que al día siguiente un niño que había dejado de ir a la escuela regrese, o implica que una señora que tenga que desplazarse por agua al río ya no tiene que hacerlo, o implica que una familia que estaba preocupada y encima no poder comer tiene certeza de que no lo va hacer, y esa transformación, ese sentir que tuvo uno capacidad de hacer la vida más amable, el país más incluyente, más generoso, más cercano y el tener esta visión de un solo país y de oportunidades y prosperidad compromete al tiempo de ver en el rostro del que no vive en ese país, el anhelo de ser parte de él.”
La Cruzada contra el hambre será fortalecida. José Antonio Meade,titular de la Sedesol, señaló que la Cruzada contra el hambre, en tanto enfoque de coordinación institucional, “prueba su valía como mecanismo y prueba sus resultados en el terreno de manera alentadora, por lo que parece importante en esta segunda mitad de la administración no solamente preservarla sino fortalecerla”.
José Antonio Meade aseguró que el Coneval encontró que de ponerse en marcha la Cruzada que la coordinación y la atención que se le estaba dando a la gente permite a esa población reducir todas sus carencias.
Esto es, en esa población después de la Cruzada no solamente había menos inseguridad alimentaria, sino que había más niños en la escuela, más adultos que terminaban y acreditaban primaria y secundaria, más gente con acceso a la salud y sabiendo además usar ese acceso en beneficio de su propio patrimonio, más gente en la seguridad social, más gente en condiciones de vivienda digna y con servicios en la vivienda.
A pregunta expresa sobre qué mecanismos se deben poner en marcha junto con la Cruzada para acabar con la desigualdad social que existe en el país, el funcionario federal mencionó las “valiosas” decisiones que el presidente Peña Nieto tomó.
Una, las Zonas Económicas Especiales, con el reconocimiento de que hay un rezago en el sur del país, de que es necesario así como a las personas a veces darle un empujoncito para consolidar su situación y que pueda generar prosperidad, también a las regiones, dotarlas de instrumentos específicos que le permitan consolidar su espacio, consolidar su política para empezar a crecer o para empezar a sumarse al dinamismo que vemos en el norte del país.
Y una segunda decisión, implícita en la transformación, no sólo implícita, explícita en la transformación entre Oportunidades y Prospera es que en Oportunidades la gente venía recibiendo programas de apoyo, pero no había un diálogo programático entre el programa de apoyo Prospera y lo que sucedía después de cumplir esos mínimos.