Noriega, ahora de 77 años, fue derrocado por una invasión estadounidense a Panamá en 1989 y ha pasado las dos últimas décadas de su vida tras las rejas, primero en Florida y después en Francia.
Ciudad de Panamá. Manuel Noriega, dictador militar de Panamá en la década de 1980, dejó París temprano el domingo en dirección su país natal para cumplir una sentencia de 20 años por asesinatos a sus opositores durante su mandato de facto.
Noriega, ahora de 77 años, fue derrocado por una invasión estadounidense a Panamá en 1989 y ha pasado las dos últimas décadas de su vida tras las rejas, primero en Florida y después en Francia, luego de ser procesado por actividades de narcotráfico y lavado de dinero cuando estaba en el poder.
El fiscal general de Panamá y un médico son parte de un equipo que acompaña a Noriega en un vuelo comercial vía Madrid que lo lleva devuelta a la nación centroamericana.
El ex hombre fuerte panameño abordó un avión cerca de las 07.30 hora local (0630 GMT), luego de dejar la prisión La Sante de París en un convoy policial, de acuerdo a un reportero de Reuters, y tenía previsto arribar a Panamá el domingo por la tarde.
Una sombra del que solía ser un gobernante de facto alguna vez conocido por blandir un machete mientras daba feroces discursos, es poco probable que el regreso de Noriega tenga un impacto político significativo en un país que ha disfrutado de un "boom" económico en años recientes.
Ampliamente vilipendiado cuando estuvo al mando de Panamá entre 1983 y 1989, su pequeña camarilla de partidarios restantes ha mantenido un bajo perfil e incluso sus opositores ven a Noriega como parte de un pasado distante y sombrío.
Buena parte de la atención sobre Noriega estará centrada en sobre si revelará algunos de los pasajes más oscuros de la dictadura, incluyendo las muertes no resueltas y desapariciones de hasta 100 personas de 1968 a 1989.
Noriega fue condenado en ausencia por tres casos de homicidio que incluyen 11 asesinatos, entre ellos la muerte en 1985 de Hugo Spadafora, un médico que amenazó con revelar los vínculos del ex dictador con el narcotráfico, y la ejecución de nueve oficiales que realizaron un fallido golpe de Estado.
Algunos reportes indican que más de 11 soldados fueron asesinados.
Noriega fue sentenciado a 20 años de prisión por cada caso y cumplirá las penas al mismo tiempo. Una unidad especial fue preparada para atenderlo en la penitenciaría cerca del Canal de Panamá, rodeada por una selva tropical.
Nuevos cargos. También enfrentará cargos por el asesinato en 1970 de Heliodoro Portugal, un opositor a los líderes militares panameños.
"Esperamos que hable y diga dónde están los restos de los desaparecidos, qué ocurrió con aquellos que fueron asesinados", dijo Patricia Portugal, quien ha pasado décadas buscando que se haga justicia en el caso de su padre.
"Esperamos (...) que pida perdón a la nación panameña por todos los crímenes que ha cometido", sostuvo, en declaraciones traducidas del inglés.
Aunque de forma controvertida Noriega califica para el arresto domiciliario debido a su edad, la decisión depende del Gobierno.
Su abogado, Julio Berríos, dijo que el arresto domiciliario también implica la aceptación de su sentencia y significaría que Noriega no podrá desafiar legalmente sus sentencias.
Líderes de un movimiento civil que protestaba contra el régimen de Noriega a fines de la década de 1980 se congregaron de cara a su retorno a Panamá e instaron al Gobierno a mantenerlo en prisión.
Nacido en una familia pobre, Noriega trepó a lo más alto del Ejército de Panamá y se convirtió en su líder de facto antes de ser capturado por tropas estadounidenses en la invasión de 1989.