Juan Emilio Cheyre planteó que "es conveniente, necesario y razonable que las interpelaciones y posiciones encontradas" no trasciendan a medios de comunicación "y menos a sectores oficiales que representen a instancias gubernamentales de ambos países".
Santiago. El ex jefe del Ejército de Chile, general retirado Juan Emilio Cheyre, advirtió este jueves que en diciembre de este año "se abrirán los fuegos" entre los agentes de su país y de Perú ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de las Naciones Unidas, al iniciar la etapa de alegatos orales en el litigio marítimo entre ambos Estados.
En la columna "Cuidado, se acerca La Haya", publicada este jueves en el diario "La Tercera", Cheyre añade que la demanda peruana en el tribunal con sede en la ciudad holandesa "adquirirá un tono hostil propio de argumentaciones contrapuestas".
Advierte también que ese debate ante la CIJ "puede llevar a reacciones del todo inconvenientes para la buena relación actual y futura entre ambas naciones".
"Resulta importante asegurar un debate informado en el que se defiendan con fuerza los derechos de Chile, pero sin caer en reacciones extemporáneas a raíz del sensacionalismo que adquirirá más de una noticia", opina el ex jefe militar chileno.
En las primeras semanas de diciembre se prevé que se inicie la vista oral de este juicio en La Haya, a partir de una demanda de Perú sobre un diferendo o controversia en torno a su delimitación marítima con Chile, que para Lima no está establecida.
Cheyre, actual director del Centros de Estudios Internacionales de la Universidad Católica, planteó que "es conveniente, necesario y razonable que las interpelaciones y posiciones encontradas" ante la CIJ no trasciendan a medios de comunicación "y menos a sectores oficiales que representen a instancias gubernamentales de ambos países".
Consideró que el momento más delicado de la etapa oral será durante los tres días en los cuales los representantes peruanos alegarán ante la Corte, porque "saldrán a la opinión pública argumentos que para nosotros los chilenos sonarán fuertes".
Explica que "es esperable que la defensa de Perú base su posición en argumentos que busquen hacer énfasis en un revisionismo histórico que siempre estará teñido por hechos que definitivamente nos dividen. Seguramente surgirán interpretaciones jurídicas que nos resultarán objetables".
Dijo que el formato de la diligencia impedirá a la parte chilena reaccionar de inmediato, ydeberá esperar el término del alegato peruano y, en ese lapso "sólo recibiremos noticias que se interpretarán como golpes sucesivos a nuestros derechos y opinión".
En ese sentido, el ex jefe castrense recomendó en su columna que "la primera tarea de todos debería ser evitar enganchar en contra, argumentaciones que siempre estarán cargadas por el tono que tendrá la defensa peruana, magnificada por un esperable sensacionalismo mediático. Dejemos a nuestra defensa llevar el debate al campo del derecho internacional y el respeto a sus normas".
También sugirió "otra contribución concreta que todos deberíamos asumir: mantener la cohesión y unidad en relación a la forma, argumentos y principios con los cuales Chile ha actuado en relación al caso".
Asimismo, encomienda a chilenos y peruanos "hacer esfuerzos por confiar en el fallo del tribunal al que las partes resolvieron acudir. Lo que cada cual gane o pierda, escapa a nuestro actuar y compete a los jueces".
"La buena relación futura entre Chile y el Perú es tarea de cada uno de nosotros. Abandonar una lógica de relación anclada en el pasado exige un actuar ponderado de todas las partes en la importante etapa que se avecina. Ayudaría a hacerlo un compromiso del Perú que después de esto no hay más temas pendientes", añadió.