"No es una buena noticia para Chile tener dos juicios internacionales con dos de sus tres vecinos", afirmó Carlos Mesa en entrevista con un medio chileno.
Santiago, Xinhua. Para Chile no es una buena noticia tener dos juicios internacionales con Perú y Bolivia, afirmó el ex presidente boliviano Carlos Mesa (2003-2005).
En entrevista publicada este jueves por el diario chileno "Pulso", el ex mandatario analizó el futuro de las relaciones chileno-bolivianas cuando asuma, el próximo 11 de marzo, la presidenta chilena electa Michelle Bachelet.
"No es una buena noticia para Chile tener dos juicios internacionales con dos de sus tres vecinos. En consecuencia, ya el hecho de que esos juicios estén en desarrollo marca una definición de lo que son las relaciones bilaterales de Chile con Perú y con Bolivia", destacó.
Perú, con su reclamo contra Chile presentado ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, buca recuperar más de 35.000 kilómetros cuadrados de mar territorial, bajo el argumento de que los límites marítimos bilaterales no han sido establecidos.
Chile, sin embargo, considera que los límites marítimos sí quedaron fijados en sendos convenios firmados en 1952 y 1954, los cuales fueron respetados por los sucesivos gobiernos peruanos por más de 50 años.
La CIJ anunció que el próximo 27 de enero informará su determinación sobre el reclamo de Perú.
Por su parte Bolivia demanda tener de nuevo una salida soberana al mar, la cual perdió tras la ocupación de las fuerzas chilenas en la Guerra del Pacífico (1879-1883), cuando también Perú perdió territorios.
El ex presidente boliviano recordó que durante el primer gobierno de Bachelet (2006-2010) se instaló una agenda bilateral de 13 puntos con Bolivia, la cual por primera vez incluyó la demanda marítima boliviana en las conversaciones.
Tras los acercamientos durante la primera administración de Bachelet, el gobierno de Piñera sostuvo casi una decena de reuniones tanto oficiales como informales con el gobierno boliviano.
A mediados de 2010 se firmó, en La Paz, Bolivia, un documento entre los viceministros del exterior en el que se comprometió "proponer, así como alcanzar soluciones concretas, factibles y útiles en las próxima y sucesivas reuniones" para el tema marítimo.
Ello elevó las expectativas de La Paz de conseguir una oferta cuanto antes, pero finalmente no ocurrió.
Mesa señaló que los pocos avances conseguidos durante el primer mandato de Bachelet quedaron congelados durante la administración del presidente chileno Sebastián Piñera, ante lo cual el presidente boliviano Evo Morales dio un vuelco en su estrategia y anunció en 2011 que demandaría a Chile ante tribunales internacionales.
Ahora existen grandes expectativas de cómo serán las relaciones entre el presidente boliviano y Bachelet, agregó.
En su programa de gobierno Bachelet plantea que Chile ha perdido presencia en la región y que sus relaciones vecinales son problemáticas, ante lo cual propone "recuperar su papel de promotor activo de la convergencia regional", al confirmar su compromiso con una política de integración "activa y vinculante".
"Una vez que la presidenta Bachelet llegue al gobierno es posible pensar en una relación que recupere algunas bases de lo que fue la situación anterior. Yo no creo que las frases hagan mayor efecto, las frases se las lleva el viento, son los hechos los que importan", dijo el ex mandatario boliviano.
"El condicionante más importante no son las frases, sino el tema de que Bolivia está en un juicio internacional. Por lo tanto, es indudable que en la segunda fase de la relación entre Morales y Bachelet lo más condicionante es el juicio en La Haya, que marca una relación distinta entre ambos respecto de la primera gestión", explicó Mesa.
Sin embargo precisó que es optimista y que el talante de la presidenta Bachelet y su aproximación personal pueden marcar una posibilidad de diálogo más constructivo que el que tuvieron los presidentes Morales y Piñera.
Mesa aseguró que el fallo de La Haya por el caso Chile-Perú afectará, sin ninguna duda, la relación con Bolivia.
"Sea favorable o contrario, las posiciones en Chile serán distintas, por mucho que Chile acate el fallo. El impacto que genere sobre la sociedad chilena va a tener también un impacto en la actitud del gobierno de Chile", agregó.