Marcelo Odebrecht es el ejecutivo más conocido en ser condenado como resultado de investigaciones de corrupción que ya llevan dos años y que giran en torno a la estatal brasileña Petrobras SA y la investigación "Operación lavado de autos" (Operação Lava Jato).
Sao Paulo. Marcelo Odebrecht, ex presidente ejecutivo de Odebrecht SA, la mayor empresa de ingeniería y construcción de Latinoamérica, fue sentenciado a 19 años de prisión por una corte federal por su rol en el escándalo de corrupción que ha implicado a algunos de los más altos líderes políticos y empresariales del país.
Odebrecht, quien hasta su arresto dirigía el conglomerado familiar conocido como Odebrecht SA, fue condenado por soborno, lavado de dinero y crimen organizado.
La condena de Marcelo Odebrecht, el nieto de 47 años del fundador de una compañía que en las últimas décadas se convirtió en sinónimo de grandes proyectos públicos, es la más notoria hasta el momento entre decenas de ejecutivos acusados en la operación de casi dos años llamada "Lavado de Autos".
La investigación ha desestabilizado al Gobierno de Brasil y ha conducido al arresto de ex colaboradores y aliados de la presidenta, Dilma Rousseff. La semana pasada, alcanzó un punto de inflexión político cuando los fiscales detuvieron brevemente al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva para ser interrogado.
El escándalo, que se remonta a la administración de Lula y a un momento en que Rousseff encabezaba el directorio de la compañía petrolera estatal Petrobras, gira alrededor de una intrincada trama de sobrefacturación y miles de millones de dólares en sobornos que contratistas pagaban a políticos, partidos y ejecutivos de empresas a cambio de trabajos.
De acuerdo al veredicto de Sergio Moro, el juez federal de la sureña ciudad de Curitiba que lleva adelante la investigación, Odebrecht formó un "cártel" con otras compañías a través de las cuales, desde 2006, amañaron "sistemáticamente" las licitaciones de proyectos de Petrobras.
"Los contratistas, unidos en algo que ellos llamaban un 'club', acordaban previamente entre ellos quiénes serían los ganadores de los contratos de Petrobras, manipulando los precios presentados durante las licitaciones", escribió Moro. "Fueron capaces de, sin ninguna competencia real, ser contratados al precio más alto posible", agregó.
Autoridades de la sede central de Odebrecht en la ciudad de Salvador no respondieron los llamados pidiendo comentarios. Una portavoz en la oficina de la compañía en Sao Paulo prefirió no hacer declaraciones.
El ex ejecutivo es considerado una figura crucial en el caso debido al peso de la compañía y a sus vínculos cercanos con líderes políticos actuales y pasados, como Lula, quien según los fiscales habría recibido pagos ilícitos o favores de Odebrecht y otras constructoras.
[[wysiwyg_imageupload:6579:]]
Lula, quien sigue siendo uno de los políticos más populares de Brasil, ha negado haber cometido un delito.
Su breve detención la semana pasada desató enfrentamientos entre sus seguidores, quienes consideran las investigaciones una cacería de brujas contra el gobernante Partido de los Trabajadores, y manifestantes que apoyan la pesquisa.