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Ex presidente Fujimori obtiene su libertad y remueve la escena política de Perú
Lunes, Diciembre 25, 2017 - 07:43

El exmandatario había sido ingresado en el hospital durante la noche del sábado por una urgencia médica. Fujimori cumplía condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad.

Lima. El expresidente peruano Alberto Fujimori se la jugó y, luego de una década preso por abuso a los derechos humanos y corrupción, ganó su libertad y confirmó que mantiene su influencia política.

A sus 79 años logró a entretelones, esta semana, que un grupo de legisladores encabezados por su hijo menor evitara la destitución del presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien ahora estampó su firma para que el mandatario dejara la prisión.

Esta actuación pinta de cuerpo entero el perfil de Fujimori, un descendiente de padres japoneses que ganó la presidencia en 1990 en medio de una aguda crisis económica y guerra de rebeldes de izquierda que querían tomar el poder del país minero.

Maritza García, una legisladora del partido 'fujimorista' Fuerza Popular, dijo que en la sesión del Congreso que salvó a Kuczynski, el exmandatario llamó desde prisión vía telefónica a varios congresistas para pedirle que votarán pensado en el Perú porque una destitución iba a traer incertidumbre y afectar a la economía local.

"Es un líder histórico con mucho conocimiento político", afirmó a la televisora por cable Canal N. García dijo que su liderazgo está incluso por encima de su hija y excandidata presidencial Keiko Fujimori, que buscó la vacancia presidencial.

Fujimori fue internado el sábado en una clínica local por un cuadro de "hipotensión" y "arritmia" y su médico de cabecera, Alejandro Aguinaga, dijo que la salud del exmandatario se había deteriorado por la pugna política de sus hijos.

En prisión el exmandatario sufrió de depresión, hipertensión arterial y fue operado al menos en cinco ocasiones en la lengua por lesiones cancerígenas, según sus médicos.

En el 2013, el expresidente Ollanta Humala le había negado un indulto humanitario solicitado por sus hijos.

Sus simpatizantes lo recuerdan como un líder de mano dura que salvó al país del terrorismo y una hiperinflación del 7.500% cuando el profesor de matemática llegó al poder.

Pero sus detractores afirman que fue un déspota que disolvió el Congreso en 1992, juzgó a sus enemigos de movimientos insurgentes ante tribunales encapuchados y violó los derechos humanos para mantenerse durante una década en el poder.

El "Chino", como lo llamaban en Perú, emergió a la política peruana al ganar la presidencia al escritor y Premio Nobel Mario Vargas Llosa y repitió el plato al derrotar a otro ilustre, el exsecretario general de Naciones Unidas Javier Pérez de Cuellar.

Su buena estrella acabó cuando opositores difundieron en el 2000 -tras una segunda reelección en unos comicios plagados de denuncia de fraude- un video en que aparecía su mano derecha y asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos entregando dinero a un legislador opositor a cambio de apoyo para el Gobierno.

Fujimori huyó a Japón desde donde mandó su renuncia por fax, pero el Congreso no la aceptó y lo destituyó.

En Tokio vivió varios años escudándose en su doble ciudadanía para esquivar a la justicia peruana y hasta postuló sin éxito al Senado japonés para evitar su extradición.

Hasta que el 2005 viajó sorpresivamente a Chile y en el 2007 fue extraditado a Perú para enfrentar a los tribunales, donde recibió una condena de 25 años de prisión por ser autor intelectual de la muerte de un grupo de estudiantes y civiles a manos de un escuadrón militar clandestino que operaba bajo la sombra.

"Soy inocente", gritó enojado en el inicio de sus maratónicos juicios, en los que llegó a dormirse delante del juez.

Fujimori pudo mantener un respaldo popular con el apoyo de dos de sus hijos que construyeron un partido que se ha convertido en la mayor fuerza política del país, pero ahora su libertad podría causar una fractura en el grupo.

Autores

Reuters