Durante un foro coordinado por el Centro de Investigaciones para América del Norte (Cisan) de la UNAM, para analizar el resultado de la elección estadounidense, académicos e internacionalistas coincidieron en que la respuesta de la cancillería mexicana para tratar de contrarrestar el discurso antiinmigrante llegó tarde y fue oportunista.
A una semana del triunfo del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, es necesario un replanteamiento de la agenda bilateral, así como la diversificación de las relaciones que tiene México, coincidieron internacionalistas y politólogos.
Durante un foro coordinado por el Centro de Investigaciones para América del Norte (Cisan) de la UNAM, para analizar el resultado de la elección estadounidense, académicos e internacionalistas coincidieron en que la respuesta de la cancillería mexicana para tratar de contrarrestar el discurso antiinmigrante llegó tarde y fue oportunista.
La profesora investigadora del Instituto Mora, Leticia Calderón Chelius, observó que tradicionalmente México ha tenido una posición “muy oportunista” frente al fenómeno migratorio, ya que se acercan al tema y a la comunidad en EU dependiendo de la coyunturas, misma que los rebasó en esta ocasión.
Al igual que sus compañeros de foro, Calderón Chelius observó que el ascenso y triunfo de Trump fue inesperado. Ante ello, el gobierno de México y la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mantuvo una reserva con el próximo presidente estadounidense.
“En ese escenario, el llamado a participar desde México sonó siempre oportunista porque una cultura política, democrática y de participación se construye a lo largo del tiempo y no a último momento”, explicó la internacionalista
Además, agregó, la cancillería apostó a una estrategia de mostrar a México como un país “hermoso, de postal y turismo”. En lugar de ello recomendó ponderar la variedad y beneficios de los migrantes, así como alentar entre los paisanos el orden en sus documentos por si enfrentan un proceso de repatriación.
En este sentido, coincidió el profesor de la Universidad Estatal de Michigan, Manuel Chávez, quien exhibió que en los últimos años la diplomacia ha estado ausente en el país vecino. “No ha podido construir una leyenda” sobre la relación bilateral, como lo han logrado los canadienses.
El académico citó una encuesta de la institución cuyos resultados arrojaron que la mayoría desconocía que el país era el socio comercial número dos de la Unión Americana. “México necesita preparar una agenda activa y agresiva educando al electorado en Estados Unidos sobre la importancia de México”, recomendó.
Concluyó que las presiones para México serán el narcotráfico, las relaciones comerciales y la migración. Es así que prevé el endurecimiento de la Iniciativa Mérida y una concepción de este programa de cooperación como un modelo de seguridad nacional en EU.