La nave fabricada por Dassault, cuyo alto costo ha generado polémica en el país, permanece en un hangar de la Fuerza Aérea en la ciudad de El Alto, a la espera de oficiales que cuenten con la certificación para pilotearla.
La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, recibió hace 12 días un nuevo avión, de un valor que algunos consideraron exorbitante para la pequeña economía del país, pero hasta ahora no ha podido estrenarlo por falta de piloto.
"¿Dónde está el piloto?", ironizaron medios locales después de que el Gobierno admitiera que todavía no había en Bolivia pilotos certificados para el flamante avión presidencial, un Falcon 900EX Easy, de fabricación francesa y comprado al contado en US$38,7 millones.
El ministro de la Presidencia, Oscar Coca, dijo este miércoles que sólo faltaba una "certificación final" para que varios oficiales de la Fuerza Aérea sean autorizados para pilotear el avión, cumpliendo normas de la compañía aseguradora de la nave.
Esos pilotos ya fueron entrenados por los fabricantes de la nave, pero deben cumplir un programa de al menos ocho horas de vuelo supervisados por otro piloto internacional con una experiencia de al menos 100 horas, y este último debe ser contratado en el extranjero, explicó.
"Se requieren unas cuantas horas más de vuelo de los pilotos, por seguridad, y ya se está resolviendo esto en las próximas horas, en los siguientes días", dijo por separado el vicepresidente, Álvaro García, en una conferencia de prensa.
Ambas autoridades se negaron a comentar versiones de medios locales que dijeron que el avión llegó a Bolivia piloteado por un estadounidense y que cuatro de seis pilotos militares enviados a Francia no aprobaron el entrenamiento para hacerse cargo de la sofisticada nueva aeronave presidencial.
El Falcon, entretanto, permanece en un hangar de la Fuerza Aérea en la ciudad de El Alto y Morales sigue haciendo sus frecuentes viajes por el país en el viejo avión presidencial, un pequeño Sabreline estadounidense de la década de 1970.
El nuevo avión, fabricado por la compañía francesa Dassault, tiene capacidad para hasta 15 personas y está equipado con sistemas sofisticados de aeronavegación y comunicación, que Morales dijo pretende utilizar para reuniones de trabajo en pleno vuelo.
"Hemos dicho y ratificamos que este nuevo avión es un lujo innecesario y que ahora no haya pilotos muestra la irresponsabilidad con que trabaja el Gobierno, que no ha elegido la mejor opción", dijo la diputada opositora Norma Piérola.