El representante en Brasil de la FAO, Alan Bojanic, dijo que esta región "ha hecho un avance significativo, más que ninguna otra del mundo" al bajar el número de personas que sufren de hambre.
Los países de América Latina necesitan invertir US$3.000 millones anuales adicionales contra el hambre para erradicarla, afirmó este miércoles en La Paz el representante en Brasil del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), Alan Bojanic.
Bojanic, de nacionalidad boliviana, declaró que esa es la inversión necesaria para la región, igual al 10% de los US$30.000 millones adicionales anuales que la FAO planteó en su momento para afrontar la crisis alimentaria en el mundo.
Explicó que se trata de una demanda de recursos frescos que se destinarían a programas no sólo para producir alimentos, sino para facilitar el acceso estratégico a los mismos de sectores sociales que son vulnerables como los niños o las mujeres embarazadas.
El directivo hizo una exposición en La Paz sobre agricultura familiar y calidad alimentaria en América Latina, un día después de que la FAO publicara un informe global sobre el hambre.
Bojanic dijo que esta región "ha hecho un avance significativo, más que ninguna otra del mundo" al bajar el número de personas que sufren de hambre de 68 millones a 37 millones entre 1992 y la actualidad, y lo hizo con programas sociales para facilitar el acceso a los alimentos.
En el mundo, cerca de 805 millones de personas no tiene alimentos suficientes para satisfacer el hambre, según la FAO.
No obstante, Bojanic subrayó que para la FAO el único número aceptable de personas con hambre es cero, una meta que implica que los países reorganicen sus presupuestos con ese objetivo, sin pensar que el dinero necesario debe provenir de la cooperación.
Asimismo, resaltó que todos los países de la región han asumido un compromiso político con la reducción del hambre y han aumentado sus presupuestos en ese sentido con programas sociales para que "los pobres tengan más dinero para comprar alimentos".
La agricultura familiar es un factor esencial en Latinoamérica para aumentar la producción de alimentos y su calidad en menores superficies de tierra, pero necesita de inversiones en innovaciones tecnológicas, según una de las conclusiones del foro organizado en Bolivia por la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios.
Datos difundidos en el evento por la asociación privada CropLife Latin América señalan que la región tiene el 13,5 % de la población mundial y el 24 % de la tierra cultivable del mundo, pero solo contribuye con el 11 % del valor de la producción alimentaria global.
La producción latinoamericana es sobre todo de banano, café, soja, azúcar, carne y maíz, según esa organización internacional.
El 97 % de los agricultores en el mundo se encuentran en países en vías de desarrollo, el 41 % son mujeres y el 70 % de los alimentos que se consumen se producen en fincas familiares, dijo CropLife.