El gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha descartado la posibilidad de iniciar un diálogo de paz con la guerrilla hasta que liberen a todos los secuestrados, suspendan sus ataques y anuncien su disposición de deponer las armas.

La guerrilla colombiana de las FARC anunció el domingo que el próximo miércoles liberará al periodista francés Romeo Langlois, en poder del grupo rebelde desde hace un mes, y pidió garantías de seguridad para las personas que participarán en el proceso de entrega.

Las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mantienen secuestrado a Langlois desde el 28 de abril cuando lo capturaron en medio de un combate con el Ejército y lo declararon "prisionero de guerra", lo que provocó el rechazo de los gobiernos de Bogotá y de París, así como de organizaciones que defienden la libertad de prensa.

"La liberación del periodista francés Romeo Langlois tendrá lugar el próximo miércoles 30 de mayo. Las coordenadas del sitio donde será liberado el señor Langlois serán entregadas oportunamente a la misión humanitaria integrada por el CICR, Piedad Córdoba y el delegado francés", dijeron las FARC.

"Nos declaramos a la expectativa en torno a la divulgación de los protocolos de seguridad indispensables para el éxito de la operación. Todos los protagonistas de esta liberación deben ser rodeados de garantías ciertas para su integridad física", precisó el grupo rebelde en un comunicado difundido a través de internet.

Además de la ex senadora Piedad Córdoba, en el proceso participará el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y un delegado del presidente francés François Hollande.

Langlois, de 35 años, fue reportado como desaparecido por el Gobierno de Colombia luego de que quedó atrapado en medio de un combate entre tropas del Ejército y rebeldes de las FARC en una zona selvática del departamento del Caquetá, en el sur del país.

El combate en el que desapareció Langlois -quien realizaba un documental para el canal France 24 sobre la lucha contra el narcotráfico en las selvas de Colombia y que reside en el país sudamericano desde hace 12 años- se registró cerca al municipio de Montañita, una región donde las FARC aún tienen una fuerte presencia.

La guerrilla admitió días después tener en su poder al periodista, quien resultó herido en medio del combate, lo declaró como un "prisionero de guerra" y condicionó su liberación a un debate sobre la libertad de prensa en Colombia.

Las FARC aún tienen capacidad de realizar ataques de gran impacto, pese a que han sido debilitadas por una ofensiva militar apoyada por Estados Unidos en la que han muerto de varios de sus comandantes y miles de sus combatientes han desertado.

El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha descartado la posibilidad de iniciar un diálogo de paz con la guerrilla hasta que liberen a todos los secuestrados, suspendan sus ataques y anuncien su disposición de deponer las armas.

Pero las FARC, acusadas de obtener millonarios recursos del narcotráfico y consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, han rechazado las exigencias por considerarlas como una rendición.

El grupo guerrillero mantiene privado de la libertad al reportero a pesar de que a finales de febrero anunció la suspensión de los secuestros extorsivos, una de sus principales fuentes de financiación en medio del conflicto interno de casi cinco décadas que se registra en Colombia.