El líder guerrillero, alias Timochenko, recordó en un comunicado, que el gobierno colombiano estuvo de acuerdo en dialogar en medio del conflicto.
El jefe máximo de las Farc, alias 'Timochenko', desestimó las recientes críticas a los diálogos de paz que desarrollan con el gobierno colombiano en Cuba, así como los ataques y secuestros cometidos por ese grupo guerrillero, en un comunicado difundido en la web oficial.
El líder guerrillero, cuyo verdadero nombre es Rodrigo Londoño Echeverry, señaló que "da la impresión de que altos intereses externos e internos presionan con fuerza por la descabellada solución militar del conflicto" armado interno y buscan la "terminación de las conversaciones de paz", afirmó en www.farc-ep.co.
Desde noviembre de 2012, las Farc llevan a cabo en La Habana un proceso de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, con acompañamiento internacional de Suecia, Cuba, Venezuela y Chile.
"Los tiempos, procedimientos y contenidos que giran en torno a los diálogos de La Habana, envuelven propósitos demasiado serios como para permitir que se siga tratando este asunto con tan irresponsable ligereza", reseñó el comunicado firmado desde las Montañas de Colombia.
"Creemos que el presidente (Juan Manuel) Santos debe sopesar muy bien los cálculos que está haciendo. Hay todo un pueblo clamando por paz y justicia social tras nosotros", agregó.
La agenda de conversaciones en La Habana incluye el desarrollo rural, las drogas ilícitas, el abandono de las armas, la participación política y la reparación a las víctimas. Este es el cuarto intento de paz que llevan a cabo las Farc desde los años 1980.
Timochenko cuestionó que algunos voceros del gobierno, líderes de partidos políticos y empresariales están "apelando a triviales pretextos" como la "ejecución por parte de las Farc de acciones militares y de sabotaje económico tras el cese de fuego unilateral. Olvidando que el gobierno impuso y defiende abiertamente dialogar en medio de la confrontación".
Al terminar el 20 de enero una tregua unilateral que las Farc ofrecieron como gesto de buena voluntad durante un mes en Colombia, la guerrilla reanudó sus ataques especialmente en el sur del país, donde tiene mayor presencia.
Ataques a tres oleoductos, dos policías secuestrados y cuatro soldados muertos en combate han seguido en los días recientes al fin de la tregua. Asimismo, el viernes tres policías murieron en una presunta emboscada de esta guerrilla en el norte del país.
"Que se capturen miembros de la fuerza pública en servicio, no constituye violación alguna a nuestro compromiso público de proscribir las retenciones con fines financieros", publicó Timochenko, de 53 años.
Las Farc, con 48 años de lucha armada y actualmente con unos 8.000 combatientes, anunciaron el sábado a través de un comunicado la liberación de dos agentes de la policía y a un soldado, en su poder desde hace más de una semana.