Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos iniciaron esta semana una nueva ronda de negociaciones en La Habana.
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) propuso el sábado la realización de una profunda reforma política y jurídica en Colombia y reiteró que sus integrantes no cumplirán penas de cárcel tras la firma de un acuerdo de paz con el gobierno para terminar con el más prolongado conflicto armado de Latinoamérica.
Las FARC y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos iniciaron esta semana una nueva ronda de negociaciones en La Habana, reviviendo los esfuerzos para terminar con una confrontación que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados.
"Sin que estemos en el escenario de victoria militar de ninguna parte, sino en diálogos para construir una paz con reformas profundas, no hay otro camino que abrir paso ya a una penetrante reforma política y jurídica surgida de los avances de La Habana", dijo el guerrillero Pablo Catatumbo.
En un comunicado leído a la prensa, las FARC no precisaron cuáles eran las reformas políticas y jurídicas que se proponen llevar a la mesa y describieron como "irreal" y "asimétrica" la posibilidad de condicionar un acuerdo de paz en Colombia al encarcelamiento de los guerrilleros.
"Consideramos que los actuales Diálogos de Paz de La Habana deben generar un nuevo Derecho que (...) encuentre nuevos equilibrios entre paz, justicia y reparación", agregó poco antes del inicio de una nueva ronda de negociaciones.
El grupo rebelde dijo también que "condicionar irremediablemente el fin exitoso del proceso de paz a un obligado encarcelamiento de la dirigencia guerrillera (...) es un supuesto no conocido ni puesto sobre la mesa con anterioridad en ningún proceso de paz de los habidos en el mundo".
Los jefes de las FARC están acusados de asesinatos, secuestros, desapariciones, reclutamiento de niños, abusos sexuales y narcotráfico, entre otros delitos.
Las partes han logrado acuerdos parciales para dar acceso a tierras a campesinos, sobre garantías para la participación en política de la guerrilla y sobre la lucha contra el narcotráfico.
Pero aún quedan pendientes temas complejos como la compensación a las víctimas, el fin del conflicto y la aprobación por parte de los colombianos de un eventual acuerdo de paz.