México, que ha sido azotado por un sangriento conflicto entre el gobierno y los cárteles del narcotráfico, está pagando el precio por su cercanía a Estados Unidos, dijo el presidente Calderón en un discurso ante las organizaciones Americas Society y Council of the Americas en Nueva York.
Nueva York. El presidente mexicano, Felipe Calderón, aumentó este lunes la presión sobre Estados Unidos para que controle la demanda por drogas ilícitas, insinuando que la legalización de los narcóticos podría ser necesaria para debilitar a los cárteles del narcotráfico.
México, que ha sido azotado por un sangriento conflicto entre el gobierno y los cárteles del narcotráfico, está pagando el precio por su cercanía a Estados Unidos, dijo Calderón en un discurso ante las organizaciones Americas Society y Council of the Americas en Nueva York.
"Estamos viviendo en el mismo edificio. Y nuestro vecino es el mayor consumidor de drogas en el mundo. Y todos quieren venderle drogas a través de nuestras puertas y ventanas", declaró.
"Debemos hacer todo para reducir la demanda por drogas", agregó Calderón. "Pero si el consumo de drogas no se puede limitar, entonces quienes toman las decisiones deben buscar más soluciones -incluidos las alternativas de mercado- para reducir las ganancias astronómicas de las organizaciones criminales", afirmó.
El no entró en más detalles, pero los comentarios parecen indicar una flexibilización en la actitud de Calderón frente a las regulaciones estatales al mercado de las drogas, lo que podría limitar el poder de los cárteles al eliminar sus ganancias.
Autorización parcial. Dieciséis estados de Estados Unidos y el Distrito de Columbia han permitido el uso medicinal de la marihuana, pero el gobierno federal no reconoce su autoridad para hacerlo y considera como ilegales sus puntos de venta.
La marihuana se está convirtiendo en la droga preferida entre los adultos jóvenes en Estados Unidos y el uso de metanfetaminas y cocaína está disminuyendo, según un reciente sondeo nacional.
En México, Calderón envió al Ejército a enfrentar a los cárteles del narcotráfico poco después de que asumió el poder a fines del 2006. El gobierno ha capturado a muchos líderes de los cárteles, pero el aumento de la violencia que ha provocado el conflicto ha cobrado más de 42.000 vidas.
Las muertes han afectado el respaldo al conservador Partido Acción Nacional (PAN) de Calderón, que enfrenta una difícil carrera por conservar el poder en las elecciones presidenciales de julio del 2012.
Calderón, quien no puede buscar un segundo mandato debido a limitaciones legales, había dicho anteriormente que estaba abierto a discutir la legalización de las drogas, pero declaró repetidas veces que no creía que esa fuera la solución.
México sufrió el mes pasado uno de los peores ataques en la guerra contra el narcotráfico, cuando 52 personas murieron en un ataque e incendio realizado por supuestos miembros de un cartel en un casino en la norteña ciudad de Monterrey.
Estados Unidos ha apoyado los esfuerzos de México por derrotar a los cárteles, pero la violencia en algunos momentos ha tensado las relaciones entre ambos socios comerciales.
Calderón se concentró en Washington después del ataque en Monterrey, acusando al gobierno de Estados Unidos de no hacer lo suficiente para poner fin al consumo de drogas con el que se enriquecen las bandas de narcotraficantes.