Con una querella a cuestas por injurias, por parte del hijo de la ex presidenta Bachelet, y una nueva forma ministerial de hacer las cosas, que incluye concesionar la administración de parques nacionales chilenos a privados, Felipe Ward estrenó cargo ministerial en Bienes Nacionales con no pocas polémicas. De esto y más conversó con AméricaEconomía.
-La regularización de títulos de dominio, de pequeños propietarios, no fue tema primordial en la administración pasada. ¿Cómo lo han abordado ustedes en el Ministerio?
-Se puedeN entregar miles de decenas de títulos de dominio en tres o cuatro años, y eso tiene un impacto muy significativo en la calidad de vida de las personas. Transformarlos de poseedores a dueños de una propiedad de la que no han regularizado sus certificados, literalmente les cambia la vida. Tienen una seguridad jurídica, sobre el lugar donde están viviendo, que no tenían antes.
-¿Cuáles son las barreras burocráticas con las que hoy se enfrenta esta regularización?
-Efectivamente, existen algunos "lomos de toro", algunos "cuellos de botella" que estamos trabajando en el Congreso, que tienen por fin potenciar la función de regularizar la entrega de títulos de dominio. Asimismo, un proyecto de ley para gestionar la totalidad de los parques nacionales de Chile, porque administramos sobre el 50% del territorio nacional, y eso equivale a gestionar el cuidado de un territorio del porte de Alemania.
-Usted quiere dar una nueva identidad social a su Ministerio, pero una de las promesas de campaña del presidente Piñera fue la fusión de su ministerio con el de Vivienda, es decir, que sea absorbido por otro. ¿Esa es la mejor opción para modernizar el Estado?
-Yo estoy a favor de la modernización del Estado, y si bien esa fue una idea que se planteó durante la campaña, siempre surge el ruido por esa posible fusión. Lo cierto es que nosotros conversamos y trabajamos mucho con el Ministerio de Vivienda, pero también nos relacionamos con ministerios como el de Economía, Energía o Salud. Por eso, hoy se justifica que el Ministerio de Bienes Nacionales tenga vida propia. Si se toma la decisión de la fusión, por supuesto, que tendrá que implementarse, pero por ahora lo que nos interesa es desarrollar muy bien el giro de nuestro quehacer, que es uno propio e independiente de otros ministerios.
-¿De qué forma concreta ha implementado la política de austeridad del presidente Piñera?
-Acá ha funcionado muy bien. Nosotros nos hemos acomodado de forma automática a esta solicitud. Lo comenzamos con un proceso de desvinculación rápido de funcionarios. Hoy ya estamos en régimen y desarrollando nuestro giro. Para ello hemos aplicado modelos diferentes de gestión, como la concesión de algunos parques nacionales, que las vamos a seguir haciendo, porque creemos que es una buena política pública.
-¿Cuál es el sello Ward en el Ministerio?
-Tres cosas: el sello social, en lo que se refiere a entregar títulos de dominio a las personas; segundo, subir el volumen a las cosas que hace el Ministerio de Bienes Nacionales, y tercero, que nos volvamos a enamorar de nuestras bellezas naturales, de nuestros parques nacionales y de que los aprovechemos, ya que son de primer nivel mundial. Y es por eso que estamos trabajando en estos nuevos modelos de administración.
LIBRE TRÁNSITO
-Hay preocupación en la ciudadanía por su política de concesión a privados de los parques nacionales.
-Es una preocupación ciudadana legítima y que nosotros hemos atendido explicando a través de los medios de comunicación y las redes sociales cuál es la realidad de este asunto. El primer mito es que se privatizó el Parque Nacional Las Siete Tazas, y eso es completamente falso. Sólo se concesionó el 0,7% de la superficie del parque.
-¿Ese 0,7% a qué se refiere?
-Son 4 mil hectáreas de parque, 1.000 hectáreas de reserva, donde suman 5 mil en total. Las hectáreas concesionadas son 37.
-¿La concesión qué implica?
-Implica infraestructura hotelera y de servicios que hoy día no existen. Además, implica que no se puede cobrar ni por el acceso o libre tránsito dentro del parque. Hoy, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) cobra US$2 a quien quiera ingresar y el privado no puede hacer un cobro adicional. Es decir, estamos dotando de infraestructura hotelera y gastronómica a una de las maravillas más importantes que tiene el país.
-Su nueva política aún deberá esperar por sus resultados, pero ¿ya la adelanta como una política exitosa?
-Sí, creo que es una política exitosa y esto tiene un antecedente en el Parque Nacional Rapa Nui, donde tenemos una área de 7 mil hectáreas; donde hoy tenemos una concesión a privados realizada por la ex presidenta Michelle Bachelet. Dicha concesión es por 50 años a una comunidad privada indígena, es decir, una entidad distinta al Estado, que ha administrador exitosamente el parque. Los parques son de Bienes Nacionales y el modelo de concesiones no implica la transferencia de la propiedad.
-¿Va a replicar esta política en otros parques del país?
-Es una política totalmente replicable. El ejemplo de Isla de Pascua nos entrega más antecedentes sobre lo mismo y lo del parque Siete Tazas es un tema en desarrollo. Pero si esto resulta bien, será sin duda una política replicable en otros parques, considerando el déficit presupuestario que tiene Conaf.
INMUEBLES DICTATORIALES
-El edificio Villavicencio, ex Ministerio de Defensa (ubicado en la capital chilena), fue cedido a diferentes ONG antes del cambio de administración Bachelet-Piñera, y cuando usted estaba a punto de asumir el cargo se declaró "inhabitable". ¿Hubo una pésima evaluación arquitectónica o solo se impuso la idea de dejarle a usted el mal rato de tener que dar explicaciones a las ONG?
-Mira, en abril del año pasado se hizo una pauta de prensa con la ministra anterior, donde se manifestó la idea de entregar dichos espacios. Un mes después, la división de arquitectura del Ministerio de Obras Públicas declaró inhabitable el edificio. O sea, cuando asumí me encontré con dicho informe que tenía carácter de preliminar, el que después pasó a ser definitivo...
-Hoy el edificio está sin uso. ¿Cuál será su destino final?
-Hicimos una consulta ciudadana y más de tres mil personas manifestaron que el edificio debe mantener su vocación pública, por eso ya hemos entregado espacios a diferentes entidades, como la municipalidad de Santiago, la Intendencia o el Ministerio de Salud. Obviamente, será entregado una vez que sea regularizado y sean reparadas las fallas que se detectaron.
-Según el ex ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, la cantidad de inmuebles que debería devolver CEMA Chile (Centro de Madres ligado a Lucía Hiriat de Pinochet) al Estado de Chile es de 200. Sin embargo, según usted, CEMA solo ha declarado que son 108. ¿Cómo va ese proceso?
-Yo lo he visto como un proceso limpio, transparente y del cual nos sentimos sumamente tranquilos. Efectivamente, son 108 propiedades en una transacción que se firmó entre el Consejo de Defensa del Estado y CEMA Chile, a través del cual recibimos la instrucción de presidente Piñera de darle uso rápido a estos activos, haciendo entrega inmediata a las municipalidades, al Ministerio de Desarrollo Social y a fundaciones.
- ¿Con esto se pone fin a la expropiación ilícita de inmuebles durante la dictadura?
-Yo creo que el tema se cerrará cuando tengamos a disposición la última propiedad. CEMA Chile se disuelve el 30 de diciembre de este año, termina su giro, ya no contarán con patrimonio propio, y con esta desaparición esperamos también que desaparezcan las preocupaciones que han existido, que yo considero legítimas.
SIN PREOCUPACIONES
-Sebastián Dávalos (hijo de la ex presidenta Michelle Bachelet) se querelló en su contra por injurias, tras ser absuelto del Caso Caval. ¿Se arrepiente de sus declaraciones?
-Está en su derecho a hacerlo. Yo ya contrate a un abogado y organizaré mi defensa.
-No se ve muy preocupado.
-La verdad es que no me veo muy preocupado, porque no estoy muy preocupado. Él (Dávalos) es una persona que fue absuelta en una de las aristas que están siendo investigadas; yo ejercí el rol de fiscalizador parlamentario, del cual me siento orgulloso. Me siento muy tranquilo de lo que hice y no me arrepiento de mis declaraciones en torno a Dávalos, así que resuelvan los tribunales. Estoy sumamente tranquilo, así como usted me ve.
-Dávalos está detrás de una reivindicación de su nombre.
-Si busca reivindicarse... tendrá que querellarse contra los 16 millones que pensamos que lo que hizo estuvo mal. Presentó 15 querellas y solo le faltan unas 15 millones y algo más por presentar aún.
¿FEMINISTA?
-Usted pertenece a la UDI (Unión Demócrata Independiente) y hoy el gobierno ha tomado algunas banderas más liberales. ¿Esto le ha quitado presencia a su partido?
-Yo creo que no. Esta discusión de quién es el corazón del gobierno es poco oficiosa, porque creo que cuando uno forma parte de un equipo se debe comprender que se puede convivir con muchas sensibilidades. Yo lo veo como dos pulmones, uno quizás más conservador y otro más liberal, que ayudan a oxigenar a un cuerpo muy sano, el actual gobierno.
-¿Usted también tiene esos dos pulmones o solo uno?
-Sí, yo formó parte de la UDI, soy militante, pero mi rol principal hoy día es ser parte del gobierno y me siento muy cómodo trabajando dentro de la administración del presidente Piñera. Como militante de la UDI nunca me he sentido incómodo participando de las políticas de este gobierno.
-Dentro de la agenda pública la reivindicación feminista se ha tomado los titulares. ¿Cómo lo ve y de qué forma lo ha implementado dentro de su Ministerio?
-Es una demanda legítima que se ha levantado por parte de la ciudadanía, especialmente por parte de las mujeres. Yo creo que están levantando temas de forma muy valiente y desde la justicia. Es muy sano que se dé esta discusión; es adecuado que las mujeres estén planteando estos temas y hay mucho que el Estado y la sociedad tienen que hacer para igualar la cancha entre hombre y mujeres... Nuestro Ministerio está compuesto en su mayoría por mujeres, en nuestras seremias también, y esas son puras buenas noticias.
-¿Se define como feminista o está en proceso de entender todo este movimiento?
-Sí, yo creo que tal como el país, estamos todos en proceso de comprender el movimiento feminista y la demanda feminista, que se funde en argumentos sumamente justos... pese a que a veces se contamina por situaciones que dan más que hablar, e invisibilizan la causa de fondo.
-¿Esas acciones serían cuando las manifestantes muestran sus pechos?
-No es tanto que me incomode, sino que la discusión se va para otro lado. Que si tienen que hacer la protestas desnudas o no... esa discusión le quita peso, pero por sobre todo le quita tiempo a la discusión de fondo.
-¿Aplicaría el lenguaje inclusivo en su Ministerio?
-No me parece que haya que hacerlo. Si bien el día de mañana puede ser necesario, el avanzar en temas culturales sobre cómo nos referimos en ciertos aspectos, para darle más igualdad en el trato de las mujeres... creo que a veces se exagera por parte de ciertos grupos en torno a un uso que hoy no es necesario.