El mandatario, criticado por su reacción ante la violencia desatada en una hacienda del noreste paraguayo, llamó este miércoles a su primera rueda de prensa en dos años para anunciar la conformación del grupo investigador.
Asunción. Paraguay creará una comisión investigadora especial para aclarar un enfrentamiento entre policías y campesinos que dejó 17 muertos el viernes pasado, en un intento por calmar las aguas mientras crece la presión política sobre el presidente Fernando Lugo por su responsabilidad en la mortal gresca.
El mandatario, criticado por su reacción ante la violencia desatada en una hacienda del noreste paraguayo, llamó este miércoles a su primera rueda de prensa en dos años para anunciar la conformación del grupo investigador en el que intervendrá la Organización de Estados Americanos (OEA).
El anuncio se produjo entre renovadas amenazas de un juicio político contra Lugo, que no tiene mayoría en el Congreso y que se vio forzado a destituir a su ministro del Interior y al comandante de la policía por el violento episodio, ocurrido en una zona fronteriza con Brasil donde coexisten campos de soja, cría de ganado vacuno y cultivos ilegales de marihuana.
"En este luctuoso acontecimiento perdimos todos (...) No es el momento de buscar ni pedir réditos políticos de parte de nadie, ni personas ni organizaciones, porque sería solamente oportunismo político", dijo el presidente.
Lugo explicó que los policías, que intentaban llevar adelante un desalojo en una propiedad ocupada por campesinos, fueron "sorprendidos en medio de un protocolo de diálogo y negociación", echando luz sobre lo ocurrido tras varias versiones encontradas.
Y agregó que existían indicios sobre la manera de actuar de ambos bandos y la utilización de armamento de alto calibre "que sugiere la participación de fuerzas de profesionales del delito", aseguró sin dar más detalles sobre el incidente, el más violento de las últimas dos décadas en el país.
La comisión que tendrá como tarea un estudio exhaustivo e independiente de los hechos estará integrada por referentes notables de la sociedad civil y un representante de la OEA.
Los conflictos sobre la tierra crecieron en las últimas décadas en Paraguay a medida que se expandía el cultivo mecanizado de la soja, principal producto de exportación del país. La ganadería también se ha extendido a áreas que solían estar relativamente libres de agricultura a gran escala.
Según un informe reciente de la organización humanitaria Oxfam, la desigualdad de ingresos y en la tenencia de la tierra sigue siendo una de las más altas del planeta en Paraguay.
Renovadas amenzas. El opositor Partido Colorado dijo que analizaría la posibilidad de llevar adelante un juicio político contra Lugo, que iniciará en agosto su último año de gestión.
"Sobradamente se cumplieron los requisitos para hablar de mal desempeño. No nos vamos a callar, no vamos a ser cómplices de lo que está ocurriendo", dijo a periodistas Horacio Cartes, uno de los precandidatos presidenciales del Partido Colorado.
En tanto, el Partido Liberal, aliado del gobierno, exigió reevaluar el nombramiento del cuestionado nuevo ministro del Interior, el ex fiscal general Rubén Candia, como condición para apoyar al gobernante.
Analistas creen que la amenaza colorada sólo constituye un recurso para obtener ventajas políticas.
"Hasta ahora todos los partidos no hacen otra cosa más que amenazar. Nosotros decimos: vamos a analizarlo; pero no hagamos del juicio una herramienta proselitista como vemos que están haciendo algunos actores", dijo el presidente del partido centroderechista Patria Querida, Jorge Campos.
El último juicio político a un mandatario tuvo lugar en 1999 cuando Raúl Cubas fue acusado de mal desempeño de funciones tras el asesinato del vicepresidente Luis Argaña y la muerte de siete jóvenes manifestantes. Cubas renunció antes de que el juicio concluyera.
Lugo, un ex obispo católico, asumió en abril del 2008 con la promesa del cambio tras desplazar del poder al Partido Colorado, que gobernó Paraguay durante seis décadas.