Las autoridades dijeron que bloquearían la posibilidad de que el fondo de rescate permanente de la zona euro compre bonos en los mercados secundarios.
Helsinki. Finlandia y Holanda, los Estados acreedores de la zona euro que tienen la postura más estricta, fueron este lunes los primeros en plantear dudas sobre el acuerdo alcanzado en una cumbre europea para evitar que España e Italia sean arrastrados al torbellino de la crisis de deuda del bloque monetario.
El gobierno finlandés dijo al parlamento que Helsinki y sus aliados holandeses bloquearían la posibilidad de que el fondo de rescate permanente de la zona euro compre bonos en los mercados secundarios, a pesar de un acuerdo entre los líderes el viernes pasado, para que el fondo se pueda activar y permita estabilizar los mercados.
El euro descendía, las acciones europeas devolvían las ganancias y los ultraseguros Bunds alemanes revertían las pérdidas por la noticia del comunicado finlandés, que causó temores de que el último acuerdo, que había generado una reacción inicial muy positiva en el mercado, pueda complicarse.
Varios avances del mercado tras acuerdos de la zona euro contra la crisis ya se habían disipado en un día o dos, cuando los inversores mostraban temores acerca de la falta de detalles, el riesgo de aplazamientos y vetos nacionales, o el tamaño inadecuado de los fondos disponibles.
Los 17 líderes de la zona euro acordaron en Bruselas una serie de medidas para preservar su unión monetaria y bajar el costo del crédito para España e Italia, considerados como demasiado grandes para caer, pero también demasiado caros para rescatar si quedan fuera de los mercados.
No obstante, dieron pocos detalles sobre el uso de los fondos de rescate, el El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que es temporario, y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que es permanente.
Las compras de bonos del MEDE en mercados secundarios requerirían unanimidad, y eso parece poco probable porque Finlandia y Holanda se oponen, dijo el gobierno finlandés en un reporte a una comisión parlamentaria.
El informe no dio mayores explicaciones sobre el aparente cambio radical de la semana pasada, pero diplomáticos de la UE destacaron que no hubo acuerdo sobre una propuesta finlandesa, de que España e Italia deberían emitir bonos cubiertos, respaldados por activos estatales y recaudación futura, para evitar que Helsinki tuviera que demandar colateral por cualquier préstamo de rescate.
No obstante, el portavoz del primer ministro Jyrki Katainen dijo que la postura por el MEDE no tenía nada que ver con el hecho de que otros hubieran frenado la idea finlandesa. Helsinki simplemente no consideraba a las compras en el mercado secundario como una manera efectiva de detener la crisis, dijo a Reuters.
El portavoz del Ministerio de Finanzas de Holanda, Niels Redeker, dijo que el país no apoyaba el uso del fondo de rescate para comprar bonos en el mercado secundario y que evaluaría las compras caso por caso.
El primer ministro holandés Mark Rutte dijo el viernes pasado que él no era "un gran partidario de comprar bonos con los instrumentos existentes, porque es costoso", dijo Redeker.
Tratado no se cambia
Funcionarios de la UE dijeron que los líderes habían acordado en principio que los fondos de rescate tendrían capacidad para comprar bonos tanto en las subastas donde se emiten por primera vez, como en el mercado abierto, si un gobierno hace una solicitud y firma un memorando de entendimiento sobre condiciones macroeconómicas.
Un portavoz de la Comisión Europea también insistió que no se requerían cambios en el tratado que gobierna al MEDE para permitir que el fondo recapitalice directamente a los bancos.
El portavoz respondió así a las dudas planteadas en Holanda por expertos legales que decían que el tratado debería ser corregido y ratificado nuevamente.
El portavoz de la Comisión sobre asuntos económicos y monetarios dijo que los artículos 14-18 del tratado establecían los instrumentos que el MEDE tiene a su disposición para mantener la estabilidad financiera en el área del euro.
"El Artículo 19 continúa que la junta de gobernadores podría decidir hacer cambios en esa lista", dijo el portavoz Simon O'Connor en un encuentro informativo regular.
"Ese es nuestro entendimiento de la situación, de que no se requeriría un cambio del tratado", sostuvo.
Un diario holandés citó a académicos legales que decían que el parlamento holandés y otros parlamentos nacionales en Europa tendrían que ratificar nuevamente el fondo de rescate MEDE de la zona euro después de que los líderes de la UE decidieran capitalizar directamente a los bancos con el fondo.
"El financiamiento directo a los bancos no es posible bajo el tratado actual", dijo Wim Voermans, profesor de derecho constitucional y administrativo de la Universidad de Leiden, según fue citado en el diario holandés Het Financieele Dagblad.
Fuentes cercanas al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien dirigió la cumbre de la semana pasada, dijeron que los líderes habían tenido sumo cuidado para evitar cualquier decisión que requiriera la ratificación, debido a amargas experiencias en el pasado.
Un acuerdo para expandir el alcance y la capacidad efectiva de crédito del fondo temporario FEEF en julio pasado agudizó las turbulencias de los mercados de bonos tras un breve repunte, cuando quedó claro que su ratificación tardaría varios meses.
Finlandia puso un palo en la rueda al exigir colateral sobre su parte de los créditos FEEF a Grecia, lo que desató meses de arduas negociaciones, y el gobierno de coalición en Eslovaquia puso trabas al acuerdo del FEEF, aplazando la ratificación hasta mediados de octubre.
Otros factores que han asustado a los inversores incluyen el riesgo de que la poderosa corte constitucional alemana aplace la entrada en vigor del MEDE y posiblemente coloque restricciones a su alcance de acción, así como el hecho de que la cumbre de Bruselas no incrementó el tamaño general de los fondos de rescate.
De hecho, la corte constitucional alemana dijo el lunes que examinaría los reclamos presentados contra el fondo de rescate permanente de Europa en una audiencia oral el 10 de julio, un día después de que el fondo entre en vigor.