El diario New York Times (NYT) dijo en un informe que el comandante del Ejército colombiano ordenó duplicar el número de muertes en combate, capturas y rendiciones de guerrilleros y criminales, aumentando los riesgos para la población civil.
Bogotá. La cúpula de las Fuerzas Militares de Colombia negó este lunes haber presionado a soldados y comandantes para que maten a más guerrilleros o delincuentes en combate a cambio de ascensos y otros beneficios, como lo reportó un periódico estadounidense.
El diario New York Times (NYT) dijo en un informe que el comandante del Ejército colombiano ordenó duplicar el número de muertes en combate, capturas y rendiciones de guerrilleros y criminales, aumentando los riesgos para la población civil.
"Con todos mis subalternos he sido respetuoso. No he hecho ninguna presión", afirmó en una conferencia de prensa el comandante del Ejército, general Nicacio de Jesús Martínez, quien según el diario habría dado esa orden. "Ningún comandante de batallón ha sido relevado por resultados".
El reporte del NYT recordó episodios del pasado durante el combate a la guerrilla, conocidos como "falsos positivos", en los que militares presentaban a civiles muertos como si fueran guerrilleros, vistiéndolos con uniformes y plantándoles armas para ganar beneficios, según indagaciones de la Fiscalía General.
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, admitió que entre agosto de 2018 y mayo de este año las muertes en combate subieron un 19% a 107, en medio de un aumento a más del doble en las operaciones militares. Pero negó que sea una política de presión o de incentivos, y destacó que muchos de los capturados fueron heridos en combate y recibieron atención médica.
El comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, dijo que en todas las operaciones se busca la protección de los civiles.
"No hay ningún riesgo de que vayan a caer civiles inocentes. Nosotros dentro del marco operacional si vemos que hay algún riesgo contra la población civil, preferimos cancelar una operación y no la hacemos", aseguró.
Más operaciones por narcotráfico. Las operaciones se han incrementado principalmente por un aumento a 220.000 hectáreas de los cultivos ilegales de hoja de coca, materia prima de la cocaína, explicó el ministro.
Unos 400.000 efectivos de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional combaten a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), a las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que rechazaron un acuerdo de paz firmado en 2016 y a bandas criminales formadas por exparamilitares de ultraderecha.
Efectivos de las Fuerzas Militares han sido acusados en el pasado por organizaciones como Human Rights Watch de violaciones a los derechos humanos y de complicidad con escuadrones paramilitares, grupos ilegales armados que surgieron en la década de 1980 para combatir a la guerrilla izquierdista.
Decenas de militares fueron capturados y sentenciados por violaciones a los derechos humanos.
Pese a que la intensidad del conflicto de más de medio siglo -que ha dejado 260.000 muertos- se redujo tras la firma del acuerdo con las FARC, otros grupos armados ocuparon el territorio abandonado por la guerrilla para actividades de narcotráfico y minería ilegal.