Históricamente las FARC intensifican sus hostilidades en la campaña presidencial para mostrar su poderío militar que les permita llegar fortalecidos a un eventual proceso de paz con el mandatario que resulte elegido
Bogotá. La mayorguerrilla izquierdista de Colombia lanzó un plan para desestabilizarlas elecciones presidenciales de mayo con ataques selectivos enciudades y áreas rurales, en un esfuerzo por desacreditar la políticade seguridad del gobierno, denunció este jueves un jefe militar.
El comandante de las FuerzasMilitares, general Freddy Padilla de León, dijo que la muerte de dospolicías en un ataque con explosivos en una carretera del departamentodel Valle, el ataque a un campamento petrolero en una apartada zona deldepartamento del Meta y el incendio de un autobús en el departamento deArauca, fueron parte del plan de las FARC.
"Nosotros tenemos deinteligencia de alta calidad, que las FARC han diseñado un planterrorista que intenta (...) realizar actividades terroristas en lascapitales o en las vías con el propósito de desprestigiar la políticade seguridad democrática", aseguró el oficial a periodistas.
Además de los ataquesreportados el jueves, el gobierno acusó a las izquierdistas FuerzasArmadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por la explosión de un carrobomba en el puerto de Buenaventura, el más importante sobre el OcéanoPacífico, que dejó nueve muertos y 50 heridos.
El mismo grupo rebelde,considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y laUnión Europea, secuestró el fin de semana a cinco trabajadorespetroleros en Arauca, que posteriormente fueron rescatados por elEjército.
Históricamente las FARCintensifican sus hostilidades en la campaña presidencial como parte deuna estrategia para ganar protagonismo y mostrar su poderío militar queles permita llegar fortalecidos a un eventual proceso de paz con elmandatario que resulte elegido, de acuerdo con analistas.
Las Fuerzas Militares y dePolicía permanecen en estado de máxima alerta para prevenir nuevosataques del grupo rebelde al que el presidente Alvaro Uribe prometióderrotar cuando asumió el poder en el 2002 y al que obligó a replegarsea apartadas zonas montañosas y selváticas.
El popular mandatario, con elapoyo de Estados Unidos, lanzó una ofensiva contra los rebeldes enmedio de la que han muerto importantes comandantes en bombardeos yasaltos, mientras que miles de combatientes han desertado.
La ofensiva logró recudir lacapacidad militar de las FARC que pasó de unos 17.000 combatientes aalrededor de 8.000 en la actualidad, de acuerdo con fuentes deseguridad.
La estrategia de seguridadtambién permitió reducir los asesinatos, las masacres, los secuestros ylos ataques contra pueblos, la infraestructura económica del país y lasFuerzas Militares.
Sin embargo, la guerrilla aúnopera en apartadas regiones estratégicas para la producción y eltráfico de cocaína, y mantiene una presencia reducida en áreas urbanasen donde se limita a ejecutar ataques contra objetivos específicos y degran impacto.