El ministro del Gobernación, Enrique Degenhart,dijo a Reuters en una entrevista que quería finalizar el acuerdo antes de que el presidente electo, Alejandro Giammattei, asuma el cargo en enero.
Ciudad de Guatemala.- Guatemala podría enviar a solicitantes de asilo a algunas de las regiones más remotas del país, dijo este sábado un funcionario de alto nivel, a medida que el país centroamericano y Estados Unidos detallan un controvertido acuerdo migratorio.
El ministro del Gobernación, Enrique Degenhart, quien se reunió el viernes con funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dijo a Reuters en una entrevista que quería finalizar el acuerdo antes de que el presidente electo, Alejandro Giammattei, asuma el cargo en enero.
Un representante del gobierno entrante no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre las declaraciones de Degenhart.
El funcionario dijo que las regiones podrían incluir, pero probablemente no se limitarían a, la selva del Petén, un área sofocante en el norte de Guatemala que limita con México y que es conocida como zona de presencia de cárteles de la droga.
Degenhart declinó dar más detalles sobre el alcance del acuerdo antes de terminar las conversaciones con sus homólogos estadounidenses.
Los migrantes cuyas solicitudes de asilo fueron rechazadas por Estados Unidos podrían ser transportados a aeropuertos de todo el país, dijo Degenhart. "Todos los aeropuertos están bajo el análisis. Hay algunos que califican y habrán otros que no", añadió.
Estados Unidos presionó a Guatemala para que aceptara más solicitantes de asilo en virtud de un acuerdo de "tercer país seguro" firmado en julio pero que aún no se ha implementado, ya que las dos partes resuelven los detalles en medio de la oposición al acuerdo en Guatemala.
Al aceptar un acuerdo con "tercer país seguro", Guatemala podría ayudar al presidente estadounidense, Donald Trump, a implementar una nueva regla que negaría asilo a los migrantes a menos que primero soliciten asilo en un país por el que hayan viajado en ruta a Estados Unidos.
Washington ha tenido problemas para contener el flujo de inmigrantes centroamericanos, en su mayoría indocumentados, que se dirigen a la frontera de Estados Unidos y reducir la migración, una promesa clave de la campaña electoral de Trump.
"El proceso no está concluido", dijo Degenhart sobre las negociaciones. "Ya vamos cerca de concluirlo pero es importante que terminemos de definir los detalles previo a la toma final de la decisión", subrayó.