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Galicia es la prueba de fuego para el presidente Rajoy
Viernes, Octubre 5, 2012 - 14:56

Hundida en la peor situación económica de las últimas décadas, España está en el centro de la crisis de deuda soberana de la eurozona.

Madrid. Cuando el próximo 21 de octubre los casi 2,7 millones de gallegos con derecho a voto depositen su papeleta en las urnas estarán participando, más que en la elección del nuevo presidente de la comunidad autónoma, en una suerte de reválida para el Gobierno del también gallego Mariano Rajoy.

Tras las medidas de austeridad impulsadas por el Ejecutivo, con las que se espera recortar el déficit público para cumplir el objetivo pactado con la Unión Europea - y que han llevado a miles de personas a manifestarse contra los recortes en el estado del bienestar y las subidas impositivas -, el Partido Popular afronta las posibles consecuencias de sus políticas en uno de sus feudos más tradicionales.

"No son unas elecciones cualesquiera. Se van a leer en clave nacional (...) para el Gobierno las más sensibles son estas", dijo a Reuters Fernando Vallespín, catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid.

En poco más de un mes se celebran tres importantes elecciones autonómicas: el mismo día que Galicia vota también el País Vasco - donde se espera que el PP pierda el papel de apoyo al Gobierno regional que ha tenido esta legislatura -, y el 25 de noviembre lo hace Cataluña, unos comicios que el partido en el poder, CiU, ha planteado como un reto de cara a conseguir un posible estado propio.

Hundida en la peor situación económica de las últimas décadas, España está en el centro de la crisis de deuda soberana de la eurozona y está bajo presión tanto de sus socios europeos como de los mercados internacionales para que solicite ayuda financiera. Mientras, casi uno de cada cuatro trabajadores está en paro y cada vez más empresas se ven obligadas a cerrar sus puertas.

Fueron precisamente las "extraordinarias dificultades económicas" las que llevaron al actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a convocar elecciones con casi medio año de adelanto y a pesar de su mayoría absoluta.

Frente al 'popular', que opta a la reelección tras un primer mandato de tres años, estarán el socialista Manuel 'Pachi' Vázquez y el ex diputado en el Congreso Francisco Jorquera, que intentará aglutinar el voto del Bloque Nacionalista Galego tras una serie de desencuentros internos que acabaron en la división de los nacionalistas.

El panorama que puedan arrojar las urnas tras el 21-O parece incierto por el escaso margen con que el PP obtuvo la mayoría absoluta en 2009, con tan solo un escaño de diferencia, y la escisión de la oposición, que podría dividir el voto diluyendo la posibilidad de una coalición PSOE-BNG como la que sucedió en 2005 a Manuel Fraga, tras 15 años del ex ministro franquista y padre de la Constitución al frente de la Xunta.

"No parece sencillo que consiga una mayoría absoluta porque la tenía ya a duras penas (...) con lo cual es muy probable que sea el partido más votado pero habrá que ver si puede formar gobierno", añadió Vallespín.

La encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) conocida el viernes mantuvo la ajustada mayoría absoluta del PP, con 38 escaños, mientras que el PSdG caería ligeramente a 23-24 - entre uno y dos escaños menos que ahora - y el BG mantendría sus 12 escaños o lograría uno más.

La situación actual provoca un "desencanto con los políticos jamás vivido en democracia" que, según apunta el presidente y editor del histórico diario gallego La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, jugará también un papel clave en la votación.

Mientras la campaña electoral arrancó a medianoche marcada por las protestas en sectores clave de la economía gallega como el naval, la agricultura y la pesca, el PP de Galicia se ha distanciado, al menos en los símbolos, de la formación nacional, y en los primeros carteles pidiendo el voto para Feijóo no aparecen las siglas del partido gobernante en España.

"Se trata por todos los medios de hacer una campaña en clave del PP gallego, no del PP nacional, porque seguramente piensan que eso (les) beneficia", añadió Vallespín.

Aún así, Rajoy va a visitar Galicia en varias ocasiones durante la campaña en apoyo de quien fue uno de sus protegidos políticos. Esta misma semana alabó la gestión económica de Feijóo, asegurando que Galicia "tiene menos déficit, menos deuda, menos recesión y menos paro que la mayoría de las comunidades".

En las últimas semanas, la actualidad política se ha visto empañada por el último caso de corrupción destapado por la justicia, conocido como "operación Pokémon", y que ha salpicado a los tres grandes partidos forzando la dimisión del alcalde de Orense, Francisco Rodríguez del PSOE, y el de la localidad coruñesa de Boqueixón, Adolfo Gacio del PP, por su presunta implicación en una trama de blanqueo de capitales y malversación de caudales públicos.

Más allá de PP, PSOE y BNG, las tres grandes formaciones que han dominado el panorama político autonómico en las últimas elecciones, las de octubre contarán con tres alternativas más que aspiran a colarse en el Parlamento gallego.

A Unión Progreso y Democracia - que en las elecciones generales de noviembre de 2011 logró doblar el número de votantes en la región - se suma la formación debutante encabezada por el histórico líder nacionalista Xosé Manuel Beiras, Alternativa Galega de Esquerda, compuesta por grupos escindidos del BNG y la federación gallega de Izquierda Unida, Esquerda Unida.

El CIS no daba escaños a UPyD pero sí uno a la nueva formación de izquierdas.

Uno de los personajes más polémicos de la sociedad española en la década de los 80, el ex banquero Mario Conde, entra también en la carrera electoral con su partido Sociedad Civil y Democracia, cuya presencia no se espera que pase de "anecdótica", según el politólogo Vallespín.

"Galicia es un laboratorio interesante por el tema del partido de Mario Conde. Ahí se puede ver un poco el potencial de este tipo de partidos populistas, ver hasta qué punto pueden quitar votos al Partido popular", señaló.


El dominio del Partido Popular en la Xunta ha sido una constante en los 31 años de autonomía, ya que ha gobernado en 24 de ellos y cedido el control del parlamento gallego únicamente en dos ocasiones: a los socialistas entre 1987 y 1990 y al bipartito PSOE-BNG entre 2005 y 2009.

El nacionalismo en Galicia, al contrario de lo que sucede en otras comunidades históricas como País Vasco o Cataluña, es una tendencia minoritaria y el BNG, principal exponente de esta tendencia, no ha logrado gobernar a nivel autonómico sino con el respaldo del PSOE en un bipartito que dejó un "infausto recuerdo", escribió Rey Fernández-Latorre.

El líder socialista 'Pachi' Vázquez intentará reflotar a su partido tras el duro revés sufrido en la última cita electoral, las generales de noviembre de 2001, cuando perdió cerca de 300.000 votos y cuatro diputados en el Congreso.

Autores

Reuters