El ex presidente de EE.UU. señaló que “Saddam Hussein engañó a todos. No quería que la gente supiera que no las tenía (las armas)”. Y añadió que "mi punto es: el mundo está mejor sin él”.
Chicago. George W. Bush se declaró "retirado de la política" y defendió sus decisiones como presidente de Estados Unidos en una relajada entrevista con la popular presentadora de televisión Oprah Winfrey para promover su libro de memorias, que salió a la venta el martes.
"Muchas personas pensaban que no sabía leer, mucho menos escribir", dijo Bush acerca de su libro, "Decision Points", durante la entrevista grabada en los estudios de Winfrey en Chicago.
Cuando la conductora le preguntó si se había arrepentido de la decisión de invadir Irak en base a reportes de inteligencia no comprobada de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, Bush admitió que se sintió "muy mal" y "asqueado" por haberse equivocado, pero culpó a Hussein al líder iraquí.
"Te voy a decir qué estuvo mal. Saddam Hussein engañó a todos. No quería que la gente supiera que no las tenía (...) Lo que es raro, porque yo le aclaré que dejara entrar a los inspectores (de armas) o lo íbamos a remover del poder y él no me creyó, desgraciadamente", contó Bush.
"Mi punto es: el mundo está mejor sin él", dijo el ex mandatario, ante el aplauso del público en el estudio.
Bush recordó anécdotas de sus ocho años de mandato e historias personales, como su primer día luego de abandonar el trabajo más poderoso del mundo. Winfrey describió el libro como "estar dentro de su cabeza mientras tomaba decisiones".
"Estaba en el sofá y (Laura, la esposa) entra y dice 'libre por fin', y dice 'estás libre, está bien, estás libre para lavar los platos'. Entonces yo respondo, 'le estás hablando al ex presidente, querida', y ella contestó 'considera que ésta es tu nueva agenda política doméstica'", narró Bush entre risas.
En una parte seria de la charla, los ojos se le llenaron de lágrimas cuando habló sobre el consuelo a las viudas de los soldados muertos en las guerras de Irak y Afganistán.
Bush se mostró enojado cuando discutió las críticas que lo tildaron de racista luego de la reconocida respuesta fallida del Gobierno ante la destrucción causada por el poderoso huracán Katrina.
"Lo que realmente me irritó fue cuando dijeron que mi respuesta fue lenta porque yo era racista", dijo Bush, lamentando lo que llamó la "fealdad de la escena política estadounidense".
Cuando le preguntaron sobre la política, Bush respondió sin reparos y dijo que "no iba a volver al pantano".
"Renuncié a la política. Es difícil que la gente crea. Para mí se terminó", sostuvo, agregando que su sucesor, Barack Obama, "tiene sus críticos, no necesita que yo opine de todo lo que hace".