Tras la misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman, el Ejecutivo busca disolver la actual Secretaría de Inteligencia y crear un nuevo organismo cuyas actividades será investigar delitos federales complejos, inteligencia criminal y atentados contra el orden institucional y el sistema democrático.
El gobierno de Argentina presentó en la madrugada de este sábado un proyecto de ley para reformar el sistema de inteligencia del país tras la misteriosa muerte de un fiscal que denunció a la presidenta Cristina Fernández.
El proyecto impulsa disolver la actual Secretaría de Inteligencia y crear un nuevo organismo denominado Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
La propuesta apunta "a una definitiva democratización de los mecanismos de designación, el modelo de institucionalización y la adopción de los mejores método de control de la producción y uso de la tarea de la inteligencia estatal".
Fernández duda de que la muerte de el fiscal Alberto Nisman se tratara de un suicidio -la principal hipótesis de los investigadores- y acusó a agentes de inteligencia desplazados del servicio de haber instigado su muerte o, incluso, de asesinarlo.
El fiscal argentino Alberto Nisman apareció muerto con un disparo en la cabeza y un arma a su lado hace 10 días, en un caso que conmocionó a la opinión pública y que sigue sin esclarecerse.
El proyecto oficial propone entre otros puntos que se transfieran las escuchas telefónicas judiciales al ministerio Público y que las autoridades del sistema sean designadas por el Poder Ejecutivo con el aval del Senado.
La propuesta señala que las actividades de inteligencia interior quedarán limitadas a "la investigación de delitos federales complejos, inteligencia criminal o atentados contra el orden institucional y el sistema democrático".
Su actividad será "en defensa de la Nación ante amenazas internacionales de terrorismo, narcotráfico, lavado de dinero, trata de personas, ciberdelitos, económicos y financieros", dice el proyecto.
Distintas fuentes dijeron a Reuters que un sector de la agencia de inteligencia se enemistó con el gobierno hace dos años, cuando se firmó un acuerdo oficial con Irán para investigar el ataque terrorista que en 1994 dejó 85 muertos en Buenos Aires.
Nisman debía presentar a legisladores al día siguiente de su muerte la denuncia, que ya había hecho pública, contra la presidenta Fernández y su canciller, Héctor Timerman, a quienes acusó de buscar encubrir a los acusados iraníes de un atentado terrorista ocurrido hace 20 años.
Los últimos resultados de los peritajes difundidos el viernes por la fiscalía mostraron que el ADN encontrado en la ropa, los cartuchos y el arma que estaba junto a Nisman eran únicamente del fiscal, lo que apoya la hipótesis del suicidio.