El ministro de Gobierno, Carlos Romero sostuvo que “es un traslado irregular de armamento y munición, no existe ninguna solicitud o autorización. Se lo ha hecho (el traslado) en una movilidad diplomática y estamos hablando de acciones que ponen en riesgo la seguridad del Estado”.
El automóvil de la Embajada de EE.UU., con matrícula 27-MI-30, fue detenido este martes alrededor de las 05.00, en Trinidad (Beni), cuando era usado para transportar tres escopetas calibre .12, un revólver calibre .38 y 2.350 cartuchos, además de tres equipos de comunicación y una computadora. La Razón Digital informó de este hecho alrededor de las 10.00.
Pasadas las 11.00, los ministros de gobierno, Carlos Romero, y de Defensa, Rubén Saavedra, ofrecieron una conferencia de prensa en Trinidad. “Es un traslado irregular de armamento y munición, no existe ninguna solicitud o autorización. Se lo ha hecho (el traslado) en una movilidad diplomática y estamos hablando de acciones que ponen en riesgo la seguridad del Estado”, aseguró Romero.
El operativo policial fue ejecutado en la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) de Trinidad. Allí se secuestró una vagoneta gris en la que iban dos personas: el mayor Costas (jefe de seguridad de la Embajada de EE.UU.) y el cabo García, ambos policías bolivianos que se dirigían a la ciudad de Santa Cruz. No se revelaron los nombres de ambos.
Respuesta. Por la tarde, a través de un comunicado, la Embajada de EE.UU. en Bolivia negó la irregularidad y explicó que la Policía conocía del traslado de esas armas para los uniformados que dan protección a sus instalaciones diplomáticas.
“La Embajada de Estados Unidos tiene un acuerdo con el gobierno de Bolivia bajo el cual la Policía Boliviana nos proporciona servicios de seguridad. Trabajamos en estrecha colaboración con la Policía para mantener y resguardar estos artículos (bélicos)”, se lee en el comunicado.
Este hecho se produce un mes después de la firma de un convenio bilateral entre La Paz y Washington, como un paso más hacia la reposición de embajadores. Aunque pese al anuncio de crear un ambiente de confianza, el 18 de marzo el presidente Evo Morales lamentó que EE.UU. “siga molestando” y advirtió con cerrar esa legación diplomática si es que se mantenía esa actitud.
En la noche, en respuesta al comunicado de EE.UU., Romero ratificó en La Paz que el traslado de armas fue irregular, ya que no existe un acuerdo para brindar seguridad a esa instancia diplomática. Argumentó que, en 2011, EEUU suscribió un convenio con el Comando Regional de la Policía del Beni. Empero, éste caducó en diciembre de la pasada gestión.
Saavedra, durante la mañana, informó que los dos ocupantes del vehículo fueron detenidos. Sin embargo, horas después, el fiscal de Distrito del Beni, Hugo Vargas, aclaró que los dos policías están en libertad y que aún no se estableció la comisión de algún delito.
El comunicado de la Embajada de EE.UU. puntualiza que las armas, municiones y equipos debían ser trasladados para el uso exclusivo de los uniformados de la Policía Boliviana. “La transferencia de armas programada para hoy (ayer) fue debidamente informada a la Policía Boliviana ayer y esta transferencia era necesaria debido al próximo cierre de nuestras oficinas en Trinidad”, señalan en otra parte del comunicado.
Romero aseguró que no se tramitó ningún convenio ni “hubo ninguna solicitud regular a la Policía para el traslado de las armas”, ni a la Cancillería ni al Ministerio de Gobierno. Saavedra advirtió que se hará un peritaje a las armas y municiones para determinar si su importación fue legal, caso contrario se aplicará las sanciones a personas o instituciones responsables.
Un caso de municiones en 2007. En junio de 2007, la joven estadounidense Donna Thi fue detenida en el aeropuerto internacional de El Alto por tratar de ingresar con 500 balas calibre .45.
Días después, fue liberada.
El entonces embajador de EE.UU. en Bolivia, Philip Goldberg, señaló que Thi trajo las balas para entregarlas al coronel James Campbell, comandante del grupo militar de la embajada de su país, ya que argumentó que la munición iba a ser usada por el militar para actividades de deporte y entrenamiento.