Junto con lamentar la falta de apoyo de la oposición para revivir algunos artículos desechados por un tribunal constitucional, el Gobierno dijo que enviará al Congreso un veto presidencial para eliminar del proyecto las materias cuestionadas.
Santiago. El Gobierno chileno desistió el viernes de seguir con la discusión de algunos artículos de una reforma laboral, que fue aprobada por el Congreso y rechazada parcialmente por un tribunal, en un intento por desactivar esta polémica y enfocarse en el repunte de una débil economía.
Junto con lamentar la falta de apoyo de la oposición para revivir algunos artículos desechados por un tribunal constitucional, el Gobierno dijo que enviará al Congreso un veto presidencial para eliminar del proyecto las materias cuestionadas y así permitir una pronta promulgación.
"En ausencia de un acuerdo transversal, el Ejecutivo no impulsará nuevas iniciativas legales referentes al proyecto de Relaciones Laborales, focalizando sus esfuerzos en su adecuada y oportuna implementación", dijo el ministro portavoz, Marcelo Díaz.
A fines de abril, el Tribunal Constitucional (TC) acogió una petición de legisladores de la oposición para objetar la legalidad de un artículo que establecía al sindicato como el único actor de una negociación colectiva, en un duro golpe para la iniciativa impulsada por la presidenta Michelle Bachelet.
"A pesar de que la reforma no será todo lo que el Ejecutivo impulsó y el Congreso por mayoría aprobó, ésta sigue siendo el mayor avance para las relaciones laborales desde la recuperación de la democracia", dijo Díaz.
El TC consideró además parcialmente inconstitucional la extensión de beneficios a personas que se incorporaran como nuevos miembros de un sindicato.
Con todo, la nueva ley permitirá a los trabajadores contar, entre otros derechos, con una huelga efectiva, con piso de negociación, con mayor información para el ejercicio de sus derechos colectivos y con extensión pactada de beneficios.
La decisión del Gobierno de no persistir en la discusión de la reforma laboral ocurre en momentos que la economía del mayor productor mundial de cobre muestra un bajo dinamismo y el mercado laboral se deteriora gradualmente en medio de la contracción de las inversiones.
"Ya es tiempo de (...) dar por cerrado el debate que tratamos de hacerlo de la mejor manera", dijo el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés