Luego de una serie de atentados incendiarios a empresas forestales y haciendas en la región, el gobierno de Chile decidió abrirse el diálogo y poner un alto a las críticas por sus políticas que favorecerían la represión.
Santiago de Chile. El ministro del Interior de Chile, Andrés Chadwick, llegó este lunes a la región de La Araucanía para sostener reuniones con distintos sectores y restablecer el diálogo con comunidades de la etnia mapuche ante la escala de violencia.
Luego de una serie de atentados incendiarios a empresas forestales y haciendas en la región, donde incluso murió un matrimonio, el gobierno de Chile decidió abrirse el diálogo y poner un alto a las críticas por sus políticas que presuntamente favorecían la represión.
Al llegar a la zona del conflicto, el ministro Chadwick aseguró a la prensa que su visita corresponde a "un primer paso para destrabar temas pendientes hace muchos años en relación con el pueblo mapuche".
Chadwick se encuentra acompañado por el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, con quien iniciará reuniones con autoridades de la región y algunos representantes mapuches, aunque aclaró que no será dirigentes de las comunidades.
El ministro aclaró que tiene programada "una reunión con los representantes del pueblo mapuche que han sido elegidos por votación popular, como alcaldes, concejales, y consejeros nacionales de la Conadi" (Corporación Nacional Indígena), explicó.
Agregó que "nos reuniremos con el Intendente (gobernador de la región) y todos los parlamentarios de la zona y tendremos nuestra primera reunión con los representantes del sector indígena".
Expuso que "nos reuniremos con el sector agrícola empresarial y asociaciones de víctimas que han sufrido la violencia en La Araucanía".
También señaló que "queremos iniciar un primer paso de conversación y entendimiento para rechazar categóricamente la violencia y al mismo tiempo ver cómo podemos ir destrabando y apurando la solución de problemas que durante años ha tenido el pueblo mapuche", dijo Chadwick.
Las protestas por reclamaciones territoriales de la etnia mapuche han ido escalando en violencia desde mediados de la década de 1990. Los enfrentamientos con los guardias de las empresas forestales y las haciendas, además de la policía han sido frecuentes y han costado la vida de 15 jóvenes mapuches y ahora dos hacendados, el matrimonio Luchsinger-MacKay el pasado 4 de enero.
Los mapuches piden la devolución de los territorios usurpados por el Estado chileno a fines del siglo XIX y mayor reconocimiento y autonomía, pero hasta ahora sus demandas han sido respondidas con la entrega de algunos terrenos por parte de las autoridades.