Los "Territorios Especiales para la Construcción de la Paz (TERREPAZ)" fueron propuestos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dentro de la negociación que celebran con el Gobierno en Cuba como un régimen especial y extraordinario.
La Habana. El Gobierno de Colombia rechazó este martes la propuesta de la guerrilla de las FARC para la creación de zonas especiales, sin la presencia de las Fuerzas Militares, para que habiten ex combatientes rebeldes y sus familiares después de la firma de un acuerdo definitivo de paz.
Los "Territorios Especiales para la Construcción de la Paz (TERREPAZ)" fueron propuestos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dentro de la negociación que celebran con el Gobierno en Cuba como un régimen especial y extraordinario.
Pero el equipo negociador del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos expresó su desacuerdo con el argumento de que implicarían "dividir el país" y el riesgo de "hacer entrega de territorios ingobernables".
"Nuestra Constitución no es para reemplazarla en la Mesa. Al contrario, en ella se habla de una Colombia única e indivisible. Nunca hemos pensado en una Colombia fragmentada, no hace parte de nuestro imaginario, ¡Jamás lo hemos pensado!", dijo en una declaración el general retirado Jorge Enrique Mora, miembro del equipo del Gobierno.
"Los famosos TERREPAZ hacen parte únicamente del imaginario de las FARC, queremos una Colombia con un futuro de fortaleza, de superación, de bienestar. Dividirnos, ¡imposible!", agregó antes de entrar a una nueva ronda de negociaciones.
Mora, quien fue comandante del Ejército y de las Fuerzas Militares, recordó que ni el modelo, la doctrina, el tamaño, ni la organización de las Fuerzas Armadas hacen parte de la negociación que cumplió tres años en Cuba y con la que se busca acabar con un conflicto interno de más de cinco décadas que ha dejado al menos 220.000 muertos y millones de desplazados.
Las FARC volvieron a defender su propuesta y sostuvieron que esos territorios más bien ayudarían a reorganizar política, social y económicamente a las poblaciones afectadas por la violencia.
"Los territorios de paz están llamados a convertirse en un verdadero laboratorio de reconciliación, de reencuentro", dijo Carlos Lozada, uno de los representantes de la guerrilla en la mesa de diálogo, a periodistas. "La seguridad es un problema más de la policía que de las fuerzas militares".
Colombia entregó a las FARC el control territorial de una zona de 42.000 kilómetros cuadrados, dos veces el tamaño de El Salvador, durante las fallidas negociaciones de paz que se cumplieron entre 1999 y el 2002.
Pero el grupo rebelde utilizó la zona para ponerse a salvo de la ofensiva militar, esconder secuestrados, traficar con cocaína y armas, así como para fortalecer su aparato de guerra, lo que llevó al colapso de esa negociación.
El actual diálogo ha logrado más avances que cualquier negociación anterior y ambas partes se comprometieron a firmar un acuerdo definitivo a fines del primer trimestre del 2016.