Juan Manuel Santos se comprometió a reducir la ofensiva militar contra las FARC ante la decisión de esa guerrilla de declarar un cese al fuego, pero advirtió que en cuatro meses decidirá si continúa o suspende la negociación.
Bogotá. Colombia acordó bajar la intensidad de su confrontación con las FARC para acelerar las conversaciones de paz y, aunque ve buena voluntad de esa guerrilla, no tiene certeza de que se firmará un acuerdo antes de fin de este año, dijo este lunes el jefe del equipo negociador del Gobierno.
El presidente Juan Manuel Santos se comprometió el domingo a reducir la ofensiva militar contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ante la decisión de esa guerrilla de declarar un cese al fuego, pero advirtió que en cuatro meses decidirá si continúa o suspende la negociación.
Se trata de la primera vez desde el inicio del diálogo de paz en Cuba, hace dos años y medio, que el mandatario fija un plazo para decidir la continuidad de la negociación que busca poner fin a un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados.
"La voluntad del Gobierno para terminar con el conflicto es toda, nosotros creemos que sí hay una oportunidad. Después de estar meses mirando a los ojos a los señores de las FARC, creemos que hay interés real, serio, para poner fin al proceso", dijo Humberto de la Calle en una conferencia de prensa.
El jefe negociador aclaró que para que la negociación continúe más allá de noviembre, las FARC tienen que respetar el cese al fuego unilateral que comenzará el 20 de julio, avanzar en el diálogo incluyendo el complejo tema de la justicia y la tregua bilateral.
"Si eso es así, si se han cumplido las condiciones en el terreno militar, lo que esto demuestra es que el acuerdo está cerca, que debemos seguir", explicó.
Sin embargo, a la consulta de si se logrará firmar la paz antes del fin del año, respondió: "Esa es la pregunta del millón de dólares, no queremos especular en eso".
De la Calle aclaró que la decisión del Gobierno de reducir la intensidad de la confrontación no es un cese bilateral del fuego, aunque aseguró que se buscará acordar esa condición con las FARC incluso antes de la firma de un acuerdo de paz.
La decisión del Gobierno y de las FARC de reducir la intensidad del conflicto le dio un aire al proceso que se encontraba sumido en una crisis por un aumento de los ataques de la guerrilla contra la infraestructura económica del país, en represalia por los bombardeos militares a sus campamentos en los que murieron cerca de 40 combatientes.
A pesar de todos los altibajos, las conversaciones han logrado más avances que todos los esfuerzos previos por poner fin a la confrontación.