"Existe total voluntad del gobierno (...) de seguir desarrollando el sector de las telecomunicaciones en función del desarrollo económico y social del país, incluyendo las instituciones, la población y todos los actores de la sociedad" sostuvo el viceministro de Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo.
La Habana. Cuba no ve "ningún obstáculo político" para abrir el acceso a internet a la población, dijo este lunes un funcionario en vísperas de que un cable venezolano de fibra óptica acelere dramáticamente la velocidad de conexión de la isla.
Pero el viceministro de Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo, aclaró que el cable tendido desde Venezuela no será una "varita mágica" y para llevar el internet a casa de los cubanos todavía hacen falta inversiones en la infraestructura de redes.
"No hay ningún obstáculo político (...) que pueda detener ese proceso", dijo Perdomo consultado por periodistas sobre si Cuba abrirá el acceso a internet a la población.
"Existe total voluntad del gobierno (...) de seguir desarrollando el sector de las telecomunicaciones en función del desarrollo económico y social del país, incluyendo las instituciones, la población y todos los actores de la sociedad", añadió en la inauguración de una conferencia de informática.
Perdomo no aclaró los plazos ni el monto de las inversiones necesarias para acercar el internet a los cubanos, pero dijo que dependería del comportamiento de la economía.
Bajas tasas de conectividad. Cuba tiene una de las tasas de conectividad más bajas del hemisferio. El acceso a la red está restringido principalmente a funcionarios del Gobierno, académicos y empresarios extranjeros.
Según cifras oficiales, Cuba tenía 1,6 millones de usuarios de internet en el 2009, o 14,2 por cada 100 habitantes. Pero la mayoría no tiene acceso pleno a internet, sino al correo y una intranet de páginas seleccionadas por el Gobierno.
Cuba atribuye sus limitaciones de conectividad al embargo comercial de su enemigo Estados Unidos, que le ha obligado a utilizar un enlace satelital más lento y caro que una conexión física.
Eso cambiaría a partir de esta semana, cuando un cable de fibra óptica de 1.600 kilómetros conecte a Cuba con su aliado Venezuela, multiplicando por 3.000 la velocidad de transmisión de datos de la isla.
Cuba y Venezuela ven el cable de US$70 millones como una forma reivindicar su independencia frente a Estados Unidos, su enemigo común.
Sin cambios. El presidente estadounidense, Barack Obama, autorizó en el 2009 a las empresas de telecomunicaciones de su país a ofrecer servicios en Cuba, como parte de un tímido acercamiento entre los viejos enemigos de la Guerra Fría.
Pero Perdomo aclaró este lunes que poco ha cambiado desde entonces. Una cosa es el discurso de Obama y otra los hechos, dijo.
El viceministro dijo que las empresas de telecomunicaciones que hacen negocios con Cuba se exponen al congelamiento de sus dividendos a raíz de demandas.
Además, dijo que el embargo de Estados Unidos impide a Cuba adquirir cierto tipo de software y sus actualizaciones en la red.
"Uno se engancha y va a bajar (un programa y aparece el cartel (...) 'este servicio no está disponible para Cuba'", dijo.