La oposición convocó a nuevas manifestaciones, en protesta por la decisión del presidente de postular a un tercer período, contraviniendo la Constitución.
Escuchando el pedido de los líderes africanos reunidos este domingo en Tanzania, el gobierno de Burundi dijo estar dispuesto a postergar las elecciones presidenciales y parlamentarias fijadas para el 26 de junio, las primeras, y el 5 del mismo mes las segundas. Con esta medida, se busca calmar el malestar de la oposición ante la decisión del presidente Pierre Nkurunziza de presentarse por un tercer período.
Dicha medida estaría en contra de la Constitución, por lo que la oposición ha decidido retomar sus llamados a manifestaciones. “Estamos desilusionados porque la reunión de Tanzania no dijo nada acerca del tema que nos preocupa. No hemos salido a la calle para obtener a cambio un retraso en las votaciones por un mes y medio” dijo uno de los líderes del movimiento opositor, Pacifique Nininahazwe.
Luego de semanas de malestar ciudadano, que ha dejado una treintena de muertos, la Comunidad Africana Oriental (EAC, por sus siglas en inglés) convocó a una segunda cumbre. “La reunión de la Comunidad Africana Oriental, preocupada por la situación en Burundi, llama a posponer las elecciones por al menos un mes y medio”, reza el comunicado emitido por el grupo, leído por su secretario general, Richard Sezibera.
Exigencias al gobierno. El principal líder opositor de Burundi, Agathon Rwasa, dijo a la agencia dpa que saludaba el comunicado de la Comunidad Africana Oriental, pero consideró que el presidente debería ser “forzado” a renunciar a un nuevo mandato. “El principal tema que provocó el sufrimiento de los burundeses fue el intento del presidente de evadir la ley”, señaló. Desde que estalló la crisis, unas 110.000 personas han huido de Burundi, poniendo presión en los países vecinos.
La cumbre ha contado con la participación de los presidentes de Tanzania, Uganda y Kenia, que junto a Burundi y Ruanda –cuyos presidentes no estuvieron presentes– forman parte de la EAC. El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, tomó parte en la reunión en calidad de observador, así como la presidenta de la Comisión de la Unión Africana (UA), Nkosazana Dlamini-Zuma. Los líderes de la EAC recomendaron que se disuelvan las juventudes de todos los partidos políticos en Burundi y pidieron al gobierno que cree las condiciones de paz y seguridad necesarias para el retorno de los refugiados.