El Gobierno colombiano había condicionado el comienzo de la negociación con el ELN a que ese grupo, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, dejara en libertad a Odín Sánchez, secuestrado desde abril.
Bogotá. El Gobierno de Colombia aplazó este jueves el acto de instalación en Ecuador de la negociación de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza guerrillera del país, hasta que ese grupo rebelde libere a un líder político secuestrado hace seis meses.
El Gobierno colombiano había condicionado el comienzo de la negociación con el ELN a que ese grupo, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, dejara en libertad a Odín Sánchez, secuestrado desde abril.
"He dado instrucciones al equipo negociador con el ELN de que suspenda su viaje a la ciudad de Quito. La instalación formal de la mesa pública con ese grupo queda aplazada hasta tanto no se libere sano y salvo a Odín Sánchez", dijo el presidente Juan Manuel Santos, quien sin embargo reiteró que su Gobierno quiere avanzar en ese proceso.
La negociación con el ELN comenzará en Ecuador tan pronto se produzca la liberación del político, aseguró el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. El acto de instalación estaba programado para el jueves por la tarde en Quito.
Santos y el ELN acordaron en marzo iniciar una negociación en Ecuador después de más de dos años de contactos en los que concertaron los temas de la agenda y la logística. Pero el diálogo no comenzó de inmediato por la negativa de esa guerrilla de suspender los secuestros y los ataques a la infraestructura económica como lo exigía el Gobierno.
El diálogo con esa guerrillera se producirá mientras Santos intenta rescatar el acuerdo de paz que firmó con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo rebelde más grande del país, pero que fue rechazado por los electores en un plebiscito por un estrecho margen, lo que impide su implementación.
El ELN, acusado de secuestros, asesinatos, ataques a la infraestructura económica del país, así como de extorsiones a multinacionales petroleras y mineras, cuenta con unos 2.000 combatientes y surgió en 1964 inspirado en la revolución cubana con el apoyo de sacerdotes católicos radicales.
Santos, quien asumió la presidencia en el 2010, ha apostado todo su capital político a lograr la paz para acabar con un conflicto de 52 años que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados. Los esfuerzos del mandatario fueron reconocidos con el Premio Nobel de la Paz este año.