La oposición, aglutinada en la Alianza Cívica, dice que no hará ningún llamado a la comunidad internacional para que se suspendan las sanciones mientras no sean liberados los llamados presos políticos.
Managua. El gobierno de Nicaragua pidió el viernes a la oposición, con la que dialoga en busca de encontrar una salida a la crisis política, que se pronuncie para que cesen y se suspendan las sanciones impuestas por Estados Unidos a altos funcionarios.
Washington ha sancionado a seis miembros de la administración del presidente Daniel Ortega, entre ellos a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y a su hijo Laureano Ortega Murillo, a quienes acusa de violación de derechos humanos, lavado de dinero y corrupción.
También fue sancionado el Banco Corporativo, una entidad bancaria ligada a la petrolera venezolana PDVSA, según autoridades estadounidenses.
"No hemos encontrado hasta el momento, disposición de la contraparte a compartir ese llamado al cese y suspensión de esas medidas unilaterales e ilegales, conocidas como sanciones", dijo el Gobierno en un comunicado.
La oposición, aglutinada en la Alianza Cívica, dice que no hará ningún llamado a la comunidad internacional para que se suspendan las sanciones mientras no sean liberados los llamados presos políticos, en medio de una crisis política que ha dejado más de 320 muertos y 600 detenidos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Los opositores también piden que sean restituidos derechos ciudadanos como la libre expresión y movilización, y se permita el regreso de más de 60.000 nicaragüenses que han huido durante la crisis, que lleva más de un año, por temor a represalias.
Ortega llamó esta semana a la oposición "miseria humana" durante un discurso por el Día del Trabajador, acusándola de pedir las sanciones contra los funcionarios nicaragüenses.