La autoridad anunció este lunes que aumentó una recompensa por información que conduzca a la captura de tres líderes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), en una nueva ofensiva contra los cabecillas del grupo armado que opera en el norte del país.
Asunción. El gobierno paraguayo anunció este lunes que aumentó una recompensa por información que conduzca a la captura de tres líderes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), en una nueva ofensiva contra los cabecillas del grupo armado que opera en el norte del país.
La información se dio a conocer tres días después de que uno de los dirigentes de la banda responsable de secuestros, asesinatos y ataques a puestos militares cayera abatido en un enfrentamiento con la policía en el departamento Canindeyú, 300 kilómetros al noreste de Asunción en la frontera con Brasil.
El hombre, identificado como Gabriel Zárate y que la fiscalía considera el número tres del grupo, habría asesinado a un docente días antes de la refriega en la misma región y los vecinos señalaron al fallecido como un colaborador de la policía, algo que el gobierno negó.
Monto. El ministro del Interior, Rafael Filizzola, dijo que la recompensa por informes sobre el paradero de Magna Meza, Manuel Cristaldo Mieres y Osvaldo Villalba se elevó de 500 a 800 millones de guaraníes (unos US$168.000), en una apuesta que busca mostrar el interés del gobierno en su captura.
"Les instamos a que se entreguen y se entreguen incondicionalmente a la justicia paraguaya para que no sigan causando dolor al pueblo paraguayo y para que ellos mismos también puedan salvarse", dijo Filizzola en rueda de prensa.
El ministro dijo que se pagaron millonarias recompensas a por lo menos siete informantes. "Todos ellos se encuentran en buen estado y sus identidades no se han conocido ni se van a conocer nunca", dijo Filizzola.
El gobierno sostiene que el EPP tiene un importante apoyo logístico en comunidades campesinas de la zona norte, una región en donde coexisten haciendas ganaderas y cultivos ilícitos de marihuana y donde los pobladores de escasos recursos sufren desde hace décadas la ausencia del Estado.
"Con esta complicidad que mucha gente sigue manteniendo con esta organización criminal, no solamente ellos mismos se exponen a la cárcel, sino que exponen sus propias vidas", dijo Filizzola y reconoció que las fuerzas de seguridad se mantienen alertas ante una posible represalia tras la muerte de Zárate.
Miembros del EPP son responsables de al menos cuatro secuestros desde el 2001, entre ellos el de la hija del ex presidente Raúl Cubas, quien fue asesinada en cautiverio.