Andalucía, gobernada de forma ininterrumpida por los socialistas durante 40 años de democracia, dio un vuelco electoral, al registrar el peor resultado histórico para el PSOE y la entrada del partido de extrema derecha VOX.

Madrid. El Gobierno español hizo este viernes un llamado al Partido Popular y a Ciudadanos para que no busquen el apoyo de VOX para gobernar en Andalucía y evitar que esta comunidad se convierta en "cuna de la ultraderecha" en el país tras las elecciones del pasado domingo.

Andalucía, gobernada de forma ininterrumpida por los socialistas durante 40 años de democracia, dio un vuelco electoral, al registrar el peor resultado histórico para el PSOE y la entrada del partido de extrema derecha VOX, con 12 diputados en un fragmentado Parlamento andaluz.

"Hemos sido el último país europeo en sufrir el impacto de la extrema derecha, pero podemos ser el primero en ver cómo los partidos de la derecha son capaces de apoyarse en la ultraderecha", dijo la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, durante la rueda de prensa posterior a una reunión del gabinete.

Celaá defendió además la legitimidad de la candidata socialista, Susana Díaz, para aspirar a mantener el poder del gobierno de Andalucía puesto que el PSOE fue el partido más votado, y consideró "difícil de entender" que el Partido Popular (PP) y Ciudadanos -dos partidos derechistas que fueron segundo y tercero, respectivamente-, se arroguen el derecho a presidir la sureña región.

"A nadie se le escapa que la irrupción del partido VOX de extrema derecha ha sido una sorpresa, pero la sorpresa sería aún mayor si partidos como PP o Ciudadanos defendieran buscar su apoyo para presidir" la región, sostuvo Celaá.

"Los socialistas tenemos como prioridad buscar una solución a la gobernabilidad en Andalucía, tenemos una responsabilidad, evitar que esta comunidad autónoma se convierta en la cuna de la ultraderecha", añadió.

La fragmentación del Parlamento andaluz y el auge de VOX son vistos como el preludio del panorama político que podría surgir en España tras las elecciones locales, regionales y europeas previstas en mayo.

Celaá abogó por conseguir en Andalucía un Gobierno constitucionalista para evitar el avance de ideologías como la de VOX, que consideró una amenaza para la calidad democrática de España.