"La prioridad inmediata de nuestro gobierno es la negociación social con sindicatos, patronales y autoridades locales para crear un plan general que nos permita luchar contra el fenómeno del trabajo ilegal", dijo el ministro de Trabajo griego, Panos Skurletis.
Atenas. El ministro de Trabajo griego, Panos Skurletis, afirmó este martes durante el debate parlamentario que el nuevo gobierno tiene como objetivo restaurar los convenios colectivos, aumentar el salario mínimo a 751 euros, proteger a los trabajadores de los despidos masivos y acabar con el trabajo ilegal.
"La prioridad inmediata de nuestro gobierno es la negociación social con sindicatos, patronales y autoridades locales para crear un plan general que nos permita luchar contra el fenómeno del trabajo ilegal", dijo Skurletis.
El ministro anunció que se "modernizará" la lucha contra el trabajo ilegal mediante mecanismos de control efectivos en la Inspección de Trabajo y un desarrollo de medios tecnológicos para combatir el fenómeno.
Skurletis explicó que, en colaboración con el Ministerio del Interior, el gobierno buscará reformas en política migratoria que permitan a los inmigrantes que perdieron su empleo a causa de la crisis recuperar los permisos de trabajo y residencia, que un "marco legal demasiado rígido" les quitó.
Anunció además una amplia reforma de la ley sindical que devuelva a la representación de los trabajadores "el pleno respeto a su autonomía".
Abogó así por restaurar los convenios colectivos y recuperar el papel de una institución que vele por la mediación y el arbitraje en asuntos laborales.
El gobierno prevé restaurar el domingo como día festivo, disminuir las empresas subcontratadas en el sector público, reducir drásticamente el papel de las empresas privadas de trabajo temporal en favor de las agencias públicas de fomento de empleo y limitar los contratos temporales y a tiempo parcial y la rotación de puestos.
En opinión de Skurletis, el despido a bajo coste, sin explicaciones ni aviso previo, que rige en la actualidad, solo sirve para "aterrorizar", lo que en periodo de crisis y alto desempleo "no juega a favor del trabajador ni de la empresa moderna".
Otra de sus propuestas fue la abolición de las movilizaciones forzosas, como la que en el 2013 se decretó para los trabajadores del metro que se habían declarado en huelga, una orden que se mantuvo durante más de un año.
Skurletis optó también por restituir los seis meses de prórroga de un convenio colectivo tras su vencimiento, algo que había sido derogado en el segundo plan de rescate que recibió Grecia, junto a la reducción del salario mínimo.
El ministro de Trabajo explicó que el salario mínimo aumentará hasta los 751 euros progresivamente y se efectuará mediante un convenio colectivo general de ámbito nacional y para todas las edades.
Hasta ahora, los menores de 25 años podían ser remunerados con 75 euros menos que los mayores de esa franja, pudiendo percibir un salario mínimo de 511 euros.
"Nos comprometemos con la realidad que ha hecho de Grecia el país con más paro de Europa, que lleva a los jóvenes a emigrar y destroza la vida de los desempleados de larga duración, especialmente entre la gente mayor", sentenció Skurletis en su discurso.
"Nuestro realismo es el de la justicia social y la satisfacción de las principales necesidades", zanjó.
El nuevo gobierno encabezado por Alexis Tsipras tomó posesión tras la victoria de la coalición izquierdista Syriza en las elecciones del pasado 25 de enero.