Fuentes policiales confirmaron a ABC que entre julio y agosto el gobierno fue notificado de que el Ejército del Pueblo Paraguayo había sido infiltrado y que se podía atrapar a varios de sus más altos líderes.
Entre julio y setiembre se alertó de la existencia de datos concretos que hubieran permitido la captura de los cabecillas del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Fuentes policiales chequeadas y cruzadas por ABC Color confirmaron las historias y entregaron evidencias de sus afirmaciones. Aseguran que el mismo Lugo muestra indiferencia y que ha cambiado la actitud del Ministerio del Interior hacia el grupo.
Asimismo, fuentes policiales confirmaron a ABC que entre julio y agosto el gobierno fue notificado de que el EPP había sido infiltrado y que se podía atrapar a varios de sus más altos líderes porque se había dado con la ubicación exacta de uno de sus campamentos.
La primera alerta dicen que se concretó en un aviso a la cúpula policial del ex ministro del Interior Federico Acuña (hoy día asesor del ministro Carlos Filizzola y jefe de Seguridad de Itaipú), quien días después del aviso presentó renuncia –o lo renunciaron–, el 25 de agosto de este año. Existen evidencias de que se llegó hasta el propio comisario Virgilio Barboza, director de Inteligencia del Ministerio.
El segundo y último aviso de la ubicación física de integrantes del EPP se realizó dos días después del asalto y asesinato ocurridos en la comisaría de Capitán Giménez el 21 de setiembre último. Esta vez se comunicó el hecho al comisario Aldo Pastore. Ambas denuncias fueron confirmadas y chequeadas a través de varios protagonistas e inclusive obra en poder de nuestro diario pruebas de los contactos realizados con el grupo armado. Una de las fuentes consultadas jura que sus camaradas salientes del Ministerio del Interior le avisaron que el propio presidente de la República, Fernando Lugo, habría dado órdenes de no avanzar. Otra de las fuentes policiales utilizadas para cruzar estas denuncias confirma que personal que estuvo por el norte en pleno estado de excepción, relató de qué manera se abortaron misiones que pudieron haber dado con los principales cabecillas.
La historia. Entre julio y agosto de este año se puso al tanto a la administración del ex ministro del Interior Federico Acuña, que se había ubicado con absoluta precisión uno de los campamentos del EPP en el departamento de Concepción. La fuente confirma un viaje por agua y por tierra hasta nuestra ciudad capital para reportar del hallazgo a la cúpula de Acuña, incluyendo la Dirección de Inteligencia de la PN. Días después, para su sorpresa, le comunicaron que por decisión del Ejecutivo no se incursionaría, pero, además, le informaron que toda esa cúpula estaba renunciante.
Transcurrieron los meses y continuó la vigilancia. Unas 48 horas después del asalto a la comisaría de Capitán Giménez realizado el 21 de setiembre último y que cobró la vida de dos policías, dicen que se contactó con el comisario Aldo Pastore, actual subcomandante de la Policía Nacional, uno de los emblemas de la lucha contra el EPP. Según la denuncia, se le adelantó que había datos suficientes para una incursión y atrapar por lo menos a tres de los más altos mandos del grupo. La conversación telefónica fue realizada con testigo presencial de por medio, cuyo nombre será omitido por razones de seguridad.
En esa conversación telefónica se lo citó a Pastore para el día siguiente, a las 10:00, pero el comisario nunca se presentó a la cita, confirmaron. “No, no me acuerdo”, dijo ayer Pastore al ser consultado sobre esta conversación. El subcomandante agregó que si le dieran una información sobre el EPP, él no fallaría. “Eso es mentira, y en el tema del comisario Acuña, él prácticamente salió sin conocer nada del EPP”, dijo en referencia al anterior ministro del Interior.
ABC Color se reserva nombres y situaciones por cuestiones de seguridad.