"No podemos dejar de pensar y buscar una solución al tema social, que es la población de La Oroya y Yauli, que en su gran mayoría vive de la metalurgia y de lo que es la refinería", dijo el presidente peruano, Ollanta Humala.
El gobierno peruano ofreció este miércoles buscar una solución para reactivar un paralizado complejo metalúrgico e iniciar una negociación con los trabajadores mineros de Doe Run, luego que violentas protestas dejaron en la víspera un muerto y más de 50 heridos.
Cientos de trabajadores de la fundición y refinería de La Oroya, que está paralizada desde hace seis años, bloquearon la principal carretera en el centro del país y se enfrentaron el martes con la policía para pedir al Gobierno que flexibilice las normas ambientales y permita reabrir el complejo minero.
"No podemos dejar de pensar y buscar una solución al tema social, que es la población de La Oroya y Yauli, que en su gran mayoría vive de la metalurgia y de lo que es la refinería", dijo el presidente peruano, Ollanta Humala, a periodistas.
El líder sindical Luis Castillo afirmó que apoyará un diálogo para evitar una liquidación del complejo, que llegó a ser el sexto exportador de metales del país, luego de que la semana pasada su licitación fue declarada desierta por la ausencia de postores ante la rigidez de las leyes ambientales.
"Todos estamos en la misma línea (...) Nos vamos a sentar a dialogar a partir de mañana (jueves) para buscar este resultado", dijo la ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, tras reunirse con representantes de los trabajadores.
El complejo metalúrgico de La Oroya, que era controlado por una filial del estadounidense Renco Group, no opera desde junio del 2009 por incumplimiento de un plan ambiental y millonarias deudas con sus acreedores, entre los que figuran el Estado peruano y otras firmas mineras locales.
Humala criticó la forma en que se manejó el proceso de licitación del complejo y planteó una eventual extensión del plazo para que las firmas interesadas planteen sus propuestas.
"Necesitamos que (la refinería) siga funcionando y que se puedan hacer también las plantas de desulfurización de tal manera que tengamos un equilibrio entre lo que es el trabajo para toda la población y una sostenibilidad medioambiental", afirmó el mandatario.
Más temprano, el Gobierno emitió una norma autorizando a los militares a intervenir en esa zona "para asegurar el control", luego que los trabajadores y pobladores de La Oroya, en la región andina de Junín, bloquearon la carretera central de Perú, impidiendo el paso de autobuses y camiones de carga.
Según el Gobierno, unos 1.000 efectivos de la policía retomaron el control de la mayor parte de las zonas bloqueadas y para el jueves la carretera central quedaría despejada.
Perú es el tercer productor mundial de cobre y la minería es clave para la economía del país, porque sus ventas representan
alrededor del 60% del total de sus exportaciones.