"Que ellos monten ese tarantín golpista, nosotros estaremos vigilantes, protegiendo la embajada de Cuba, brindando las garantías diplomáticas que nos exige el derecho internacional", indicó el vicepresidente Nicolás Maduro.
El Gobierno venezolano dijo este sábado que está vigilante ante el "tarantín golpista" que se desarrolla frente a la embajada de Cuba, donde una veintena de estudiantes protestan desde hace tres días contra la "injerencia" de la isla, y volvió a responsabilizar al líder opositor, Henrique Capriles, de los hechos.
"Que ellos monten ese tarantín golpista, nosotros estaremos vigilantes, vigilantes, protegiendo la embajada de Cuba, brindando las garantías diplomáticas que nos exige el derecho internacional", indicó el vicepresidente Nicolás Maduro, en un acto gubernamental transmitido por la televisión estatal.
El funcionario volvió a mostrar el rechazo del Ejecutivo al "detestable ataque de la derecha" contra la embajada y responsabilizó nuevamente a Capriles, gobernador de Miranda, y al alcalde de Baruta, el opositor Gerardo Blyde, de los hechos alegando que la sede se encuentra en ese estado y municipio.
"Ellos dos son los responsables ante nuestro pueblo y ante las leyes de la República por la agresión que ha vivido la sede de la embajada de Cuba nuevamente y por la agresión que en este momento está latente frente a la embajada, nosotros los responsabilizamos", insistió Maduro.
Horas más tarde de que el vicepresidente indicara que había instado a la fiscal general de estar "alerta frente a esta agresión", el Ministerio Público abrió una investigación para determinar si la protesta ha puesto "en riesgo" la sede diplomática.
Posteriormente, Capriles desestimó los señalamientos hechos por el Gobierno asegurando que se tratan solo de una acusación más de una larga lista que busca "destruir al que quiere enfrentar las cosas con la verdad".
"Ahora se nos acusa de conspiradores (...) cualquier cosa, nos quieren venir a nosotros a poner como responsables", dijo Capriles a periodistas durante la entrega de una escuela en Miranda (centro), estado del que es gobernador.
"Yo les quiero decir a esos señores, esta es la conspiración en la que yo ando: gabinetes parroquiales, recorridos por los barrios (...) esa es la conspiración en la que yo ando, haciendo lo que ellos no hacen que es resolver problemas", manifestó.
Desde el jueves pasado, una veintena de estudiantes opositores están concentrados frente a la embajada, atados con cadenas y candados, reclamando más información sobre la salud del presidente, Hugo Chávez, hospitalizado en La Habana desde hace más de dos meses, y en defensa de la "soberanía del país" frente a la isla.
Alrededor de 60 miembros de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y otra decena de la Guardia Nacional (GNB) están custodiando la sede diplomática, según pudo constatar ayer Efe.
El jueves, siete estudiantes fueron detenidos durante unas horas por la Guardia Nacional (GNB) y denunciaron haber sido golpeados, pese a que el Gobierno puso en duda tales agresiones y Maduro defendió la actuación ajustada a la ley de los cuerpos policiales.
Este sábado varios diputados opositores como María Corina Machado se acercaron a la sede diplomática para solidarizarse con los jóvenes y para celebrar ahí una asamblea ciudadana sobre la influencia cubana en Venezuela.
"Los estudiantes nos encontramos de forma pacífica, amparados en la Constitución nacional, defendiendo nuestros derechos", dijo a periodistas uno de los universitarios, José Vicente García, recordando que no se moverán hasta que Chávez vuelva a Venezuela a gobernar o se declare su falta.