Miguel Rodríguez, ministro del Interior, dijo que aunque las protestas "fueron derrotadas", sus cabecillas planean ahora una segunda fase, con acciones terroristas urbanas y asesinatos "selectivos".
El ministro venezolano del Interior, Miguel Rodríguez, denunció que las protestas contra el gobierno forman parte de un plan insurreccional apoyado por Estados Unidos y el expresidente colombiano Álvaro Uribe.
Rodríguez dijo que aunque las protestas "fueron derrotadas", sus cabecillas planean ahora una segunda fase, con acciones terroristas urbanas y asesinatos "selectivos", en el marco de una operación para derrocar al presidente Nicolás Maduro.
El supuesto plan de conspiración insurreccional forma parte de un plan estratégico del Departamento de Estado estadounidense, afirmó el ministro en rueda de prensa.
El funcionario recalcó que las protestas violentas fueron planificadas y apoyadas por Estados Unidos, Uribe, el expresidente mexicano Vicente Fox y personalidades de la oposición como el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y la diputada desaforada María Corina Machado. Las reuniones de los integrantes del complot se habrían llevado a cabo en México.
Plan data de 2010. Rodríguez agregó que entre los financistas están Gustavo Tovar, un escritor y poeta cercano al movimiento estudiantil, y Rodolfo González, a quien mencionó como "El aviador" sin brindar mayor información.
Indicó que las autoridades detuvieron a dos narcotraficantes colombianos, un supuesto terrorista árabe y un estadounidense, a quienes acusan de suministrar armas y dinero a los grupos que protestan.
Rodríguez dijo que el plan para provocar acciones violentas con el objetivo de derrocar el gobierno bolivariano data de 2010 y que se intensificó en febrero de 2014 con los llamados de Machado y del dirigente encarcelado del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, para la "salida" del gobierno.
EE.UU. busca impedir propagación de ideal bolivariano. Las protestas dejaron 41 muertos y más de 700 heridos y el gobierno calcula daños materiales por 15.000 millones de dólares. Rodríguez dijo que todo parte de un "plan estratégico" de Estados Unidos con el fin de "impedir la propagación en el continente del ideal bolivariano y tomar el control de las reservas petroleras venezolanas, las más grandes del planeta".
Rodríguez agregó que el reciente homicidio del concejal oficialista Eliécer Otaiza, un mayor del Ejército retirado cercano al fallecido presidente Hugo Chávez, estaría dentro de este plan. También añadió que se busca una excusa para derrotar al gobierno o justificar una intervención extranjera en Venezuela.