"Esta tendencia está agravando más que resolver los problemas de seguridad", dijo el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.
Los gobiernos están cometiendo el "grave error" de hacer caso omiso de los derechos humanos para hacer frente a los desafíos de seguridad, denuncia la organización Human Rights Watch (HRW) en su informe anual presentado este jueves en Beirut.
Sin embargo, "esta tendencia está agravando más que resolver los problemas de seguridad", dijo el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, en una rueda de prensa en un hotel de la capital libanesa.
Según la ONG, esta situación se está dando especialmente en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que proclamó un califato en Irak y Siria a finales de junio.
Roth destacó que los factores que han contribuido a la aparición del EI han sido el vacío de seguridad dejado por las tropas estadounidenses tras su retirada de Irak, las políticas sectarias abusivas de los Ejecutivos sirio e iraquí y la indiferencia de Occidente ante estas.
Según HRW, un panorama similar se da en Nigeria, donde las autoridades se enfrentan a la organización extremista Boko Haram.
A este respecto, el grupo de derechos humanos afirmó que el Ejército nigeriano ha respondido de manera "abusiva", deteniendo a centenares de hombres y niños, sospechosos de pertenecer a Boko Haram, y los ha sometido a vejaciones e incluso los ha matado.
"Algunos gobiernos han cometido el error de ver los derechos humanos como un lujo, en vez de como una brújula esencial para la acción política", reflexionó Roth.
La tendencia a ignorar los derechos humanos con la excusa de afrontar los desafíos de seguridad es algo que también se produjo en EEUU durante 2014.
HRW hizo hincapié en el informe emitido por el Senado estadounidense sobre las torturas de la CIA.
En ese sentido, Roth indicó que el presidente de EEUU, Barack Obama, ha rechazado juzgar a los torturadores, lo que acarreará "una triste consecuencia", porque de esta manera "la tortura permanecerá como una opción política" para los futuros mandatarios de este país.
La ONG indicó que la respuesta a los retos de seguridad requiere de una reconstrucción del tejido moral que apunte al orden político y social, y no de violaciones de los derechos humanos.