Londres fijó su posición luego de que el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Héctor Timerman, de visita en el país europeo rechazó este jueves reunirse en Londres con su par local, William Hague, al objetar la presencia en el encuentro de habitantes de las islas.
Londres, Reuters. Gran Bretaña le dijo a Argentina este viernes que no está dispuesta a dialogar sobre el estatus de las Islas Malvinas a menos que las conversaciones también incluyan a las autoridades isleñas pro-británicas, profundizando una disputa diplomática por el archipiélago ubicado en el Atlántico Sur.
El Reino Unido fijó su posición luego de que el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Héctor Timerman, de visita en el país europeo rechazó este jueves reunirse en Londres con su par local, William Hague, al objetar la presencia en el encuentro de habitantes de las islas, llamadas Falkland por los británicos.
"Estamos desilusionados por la decisión", dijo una portavoz del primer ministro británico, David Cameron, refiriéndose al rechazo de Timerman de reunirse con Hague y los isleños.
"La posición es que no estamos preparados para conversar pasando por encima a los isleños de las Falkland sobre asuntos que afectan directamente su estatus como territorio británico de ultramar o incluso sobre su economía o cualquier otro asunto", agregó.
Ambos países lucharon en una guerra de 10 semanas en 1982 por la soberanía de las Islas Malvinas, un archipiélago que actualmente forma parte de los territorios británicos de ultramar autogobernados, pero que Argentina reclama como propio.
Gran Bretaña ganó la guerra, pero Argentina continúa reclamando la soberanía sobre las islas, en cuyas aguas el año pasado comenzaron a realizarse exploraciones petroleras.
Refiriéndose a los habitantes de las islas como "colonos", Timerman dijo que sólo sería aceptable una reunión bilateral entre Argentina y Gran Bretaña, e invitó a Hague a Buenos Aires para debatir el asunto de las Malvinas cara a cara.
No obstante, la portavoz de Cameron dijo que la posición británica sobre las islas y sobre cualquier tipo de conversaciones relacionadas con ellas se basaba en el principio de que los isleños deberían participar.
Y agregó que el ofrecimiento de diálogo por parte de Hague aún sigue en pie si Timerman cambia de opinión.
"Corresponde a las Falkland y a los habitantes de las Falkland (decidir) cómo quieren gobernarse. Ellos eligen ser británicos y es su derecho a la autodeterminación, y eso está consagrado en un acta constitutiva de Naciones Unidas", señaló la portavoz de Cameron.
Por otra parte, un comunicado de la Oficina de Relaciones Exteriores Británica indicó que las autoridades de Londres seguían "preocupadas por el comportamiento del gobierno argentino" hacia los isleños.
La presidenta Cristina Fernández marcó el año pasado el 30 aniversario de la guerra con una campaña diplomática para reafirmar el reclamo de soberanía de su país sobre las islas.
En 1982, fuerzas argentinas se instalaron en el archipiélago en disputa, pero un grupo de tareas y tropas enviadas por la entonces primera ministra británica, Margaret Thatcher, recapturaron las islas.
Londres se ha negado a iniciar conversaciones con Buenos Aires sobre la soberanía a menos que los aproximadamente 3.000 isleños, conocidos como "kelpers", quieran hacerlo.
Los lugareños no muestran señales de querer terminar su vínculo con Gran Bretaña y se espera que lo manifiesten en un referendo que está previsto para marzo.
La disputa no ha detenido a las compañías energéticas británicas en su exploración en las islas, que se espera que produzcan su primer petróleo en el 2017.