La Habana. Cuba disminuyó sus presos políticos a la mitad en 2010, pero sigue coartando las libertades de la población y la tensión social podría dispararse este año a raíz de despidos masivos de empleados públicos, dijo este jueves un grupo de derechos humanos.
Según un informe de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, una organización ilegal pero tolerada por las autoridades comunistas de la isla, hay 105 presos políticos comparado con los 201 de enero del 2010.
La reducción obedece principalmente a la excarcelación de 41 disidentes reclamados por la organización Amnistía Internacional tras un acuerdo entre el presidente Raúl Castro y la Iglesia Católica.
La mayoría fue liberada a condición de que se marcharan a España.
Otros 11 opositores que se niegan a exiliarse continúan presos, aunque la Iglesia Católica asegura que Castro prometió dejarlos en libertad.
"A pesar de la excarcelación de varias decenas de presos políticos durante el segundo semestre de 2010, un hecho positivo en sí mismo, la situación de derechos civiles, políticos, económicos y culturales siguió siendo negativa para la inmensa de los cubanos", dijo el informe firmado por el líder de la Comisión, Elizardo Sánchez.
Según su pronóstico, el panorama para 2011 es "inquietante", pues no hay señales de reformas legales que garanticen los derechos civiles, políticos, económicos y culturales de los cubanos.
La Comisión cree que el despido de 500.000 empleados públicos en los próximos meses y el recorte de subsidios anunciado por el presidente Castro para mejorar las cuentas del Estado, elevarán la temperatura social.
"Pudieran dar lugar a un aumento de las expresiones de descontento de los ciudadanos, a las cuales el régimen responderá con represión pura y dura y, por lo tanto, a más violaciones de derechos civiles, políticos, económicos y sociales", dijo el informe.
La comisión dice que el gobierno sigue optando por la represión de baja intensidad. Según sus cálculos, 2.074 personas fueron brevemente detenidas por motivos políticos en 2010, más del doble que el año anterior.
Las autoridades comunistas de Cuba consideran a los disidentes mercenarios a sueldo de su enemigo Estados Unidos.
Además de los 11 presos de conciencia reclamados por Amnistía Internacional, la lista publicada el jueves por la Comisión incluye a personas condenadas por delitos de sabotaje, terrorismo, espionaje y piratería.