El grupo, integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, promueve una solución pacífica y negociada entre el presidente Nicolás Maduro y la oposición en medio la grave crisis política, económica y social en la nación petrolera.
Bogotá. Los 12 países de América que integran el Grupo de Lima pidieron el jueves al Gobierno de Venezuela transparencia e imparcialidad para las elecciones regionales que se realizarán el 15 de octubre en la nación petrolera y demandaron que se respete la Constitución y las normas electorales.
El grupo, integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, promueve una solución pacífica y negociada entre el presidente Nicolás Maduro y la oposición en medio la grave crisis política, económica y social en la nación petrolera.
En un comunicado conjunto divulgado por la cancillería de Colombia, el grupo exhortó al Gobierno de Venezuela a “garantizar la libre participación de todos los candidatos, incluyendo el derecho de sustituirlos de acuerdo a la ley”,
“Que este proceso se realice con pleno respeto al voto libre, secreto, efectivo y universal, con la presencia de observadores internacionales, lo que permitirá que sus resultados sean un fiel reflejo de la voluntad popular y tenga la legitimidad requerida”, agregó.
La oposición política se ha quejado de obstáculos de las autoridades electorales venezolanas para cambiar candidatos, desconociendo las normas vigentes.
Las naciones que conforman el Grupo de Lima también pidieron que la población venezolana pueda ejercer sus derechos ciudadanos y concurrir a votar en unos comicios pacíficos y sin interferencias.
La alianza de partidos opositores busca reavivar la presión contra Maduro en las próximas elecciones regionales a mediados de octubre.
La oposición culpa al modelo socialista y a la corrupción del Gobierno por la crisis que vive Venezuela, mientras que el mandatario atribuye los problemas del país a una “guerra económica” que dice promueven sus adversarios para derrocarlo.
