La oposición pidió investigar la muerte del magistrado de la Corte Suprema de Justicia, César Barrientos, quien, presuntamente, se habría suicidado bajo presiones. Motivo que el presidente Otto Pérez "desestima".
Los hechos tienen lugar mientras una comisión estudia las hojas de vida de los aspirantes a suceder en el cargo a la actual fiscal general, Claudia Paz y Paz, a quien Estados Unidos cataloga como "socia" y cuyo relevo lamentó, tienen hasta el próximo viernes para presentar sus expedientes. La propia Paz y Paz podría ser uno de ellos, pero ésta no lo ha confirmado.
En tanto, el aparente suicidio este domingo (2 de febrero) de César Barrientos, uno de los 13 magistrados de la CSJ, ha generado dudas y contradicciones. Fuentes allegadas a Barrientos afirmaron a medios locales que éste estaba bajo presión para encubrir actos de corrupción, lo cual motivó este día a la oposición a exigir que tal extremo sea investigado.
El diputado opositor Leonel Lira, presidente de la comisión legislativa de Apoyo a la Justicia, dijo que Barrientos era una persona honorable y pidió que se investiguen las posibles presiones que sufría.
Presidente Pérez desestima “presiones”. Por su lado, el presidente guatemalteco, Otto Pérez, consideró que hablar de presiones sobre Barrientos sería "especular" y advirtió que "en cualquier trabajo hay presiones".
A su vez, el presidente de la CSJ, Arturo Sierra, expresó que no tenía conocimiento que el magistrado Barrientos sufriera presiones, como tampoco lo tiene respecto a otros magistrados. Sierra funge a su vez, tal como lo establece la Constitución, como presidente de la llamada Comisión Postuladora para la eleccion del nuevo fiscal general.
Barrientos, de 61 años, fue sepultado en San Francisco Zapotitlan, el sureño departamento de Suhcitepéquez, de donde era originario.