La solicitud apunta a aclarar los dichos del ex mandatario guatemalteco, Alfonso Portillo, quien afirmó en tribunales de EE.UU. haber recibido US$1,5 millones en sobornos desde Taiwán para que su país no rompiera relaciones diplomáticas con la isla.

Guatemala demandó este miércoles a Taiwán para que, en un plazo máximo de ocho días, explique el supuesto soborno por US$2,5 millones que el ex presidente Alfonso Portillo afirmó haber recibido de ese país para continuar relaciones diplomáticas; pero la embajada de esa nación adelantó que no emitirá ningún pronunciamiento.

La cancillería guatemalteca formuló la demanda de información en una nota dirigida al embajador de Taiwán en el país, Adolfo Sun.

En la carta, después de explicarle al embajador lo que admitió Portillo el martes último en una corte de Nueva York, el canciller Fernando Carrera señaló: “En ese sentido, me permito solicitarle que su Gobierno nos envíe una explicación por escrito en el menor tiempo posible o, en todo caso, en un período de no más de ocho días”.

“Definitivamente es preocupante que haya habido un momento en la historia de las relaciones —bilaterales— donde abiertamente se hayan recibido sobornos para mantener esa relación”, dijo previamente el canciller en conferencia de prensa en la Casa Presidencial.

“Esperamos que para la próxima semana nos pueda compartir su visión de lo acontecido y su perspectiva de qué es lo que está sucediendo y por qué el expresidente Alfonso Portillo está señalando que recibió sobornos para mantener la relación entre ambos países”, agregó.

El mandatario Otto Pérez Molina recordó que, según las evidencias, el soborno se dio años atrás, al igual que otros países de Centroamérica.

“Incluso se le puso un nombre a esa cuestión, ustedes se recordarán que se hablaba de la política de los dólares, que era la política de Taiwán para lograr mantener el apoyo diplomático, tal y como lo dijo el presidente Portillo”, comentó el mandatario, al resaltar que aquel país ya dejó esa política.

Pérez Molina y Carrera negaron que en este gobierno Taiwán u otro país les haya ofrecido fondos para condicionar la política exterior guatemalteca.

Esta es la segunda vez que Guatemala pide explicaciones a Taiwán. La primera fue el 14 de abril del 2005, por solicitud del Ministerio Público.

Explicación. En respuesta a Prensa Libre sobre las declaraciones de Portillo en una corte estadounidense, Tomás Chen, consejero de la misión taiwanesa, expuso: “La postura de la Embajada es que respecto del proceso judicial que se lleva en Estados Unidos, no pueden pronunciarse o emitir cualquier comentario en este momento”.

Como segundo punto, explicó que en Taiwán existe la Ley de Asistencia Externa y Cooperación Internacional, según la cual, “la asistencia que da el país, sigue un proceso muy estricto”, y aseguró que desde la llegada al poder del presidente Ma Ying-jeou se promueve “la diplomacia viable”.

“Se colabora con los pueblos de los países amigos, siempre en las prioridades que plantean los gobiernos de turno, basándose en tres razones principales: finalidad legítima, procedimiento legal e implementación eficaz, que establece la Ley de Asistencia Externa y Cooperación internacional de Taiwán”, recalcó Chen.

Aseguró que según ese orden de ideas se dialoga conjuntamente con los países amigos para implementar y ejecutar proyectos de colaboración bilateral y técnica, que aportan beneficio a sus pueblos e impulsan el desarrollo nacional. “No se ha tenido la política de reconocimiento diplomático a través de donaciones personales”, aseguró Chen.

Fondo dudoso. Carrera también reveló ante los periodistas que descubrió un fondo “de apoyo” de la cancillería taiwanesa a la guatemalteca, y que cuando él llegó al Ministerio de Relaciones Exteriores, en enero del 2013, pidió reubicar esos recursos.

“Era un fondo de US$1 millón anuales, y yo, con todo respeto al Gobierno de Taiwán, le solicité que eso lo destinaran a otros programas en el país, ojalá a programas de carácter social, porque me parecía que la existencia de un fondo de un gobierno extranjero hacia la cancillería guatemalteca podría levantar dudas si esto estaba condicionando la política exterior del país”, añadió.

Sin embargo, el canciller dijo que desconoce desde cuándo se daba el aporte, ofrecido para la remodelación de oficinas, compra de vehículos y “otras cosas de ese tipo”.

Agregó que la Cancillería colaborará si el MP investiga. “Una de las razones por las que suspendí el fondo fue porque daba mala imagen a la Cancillería recibir fondos de gobiernos amigos para su funcionamiento, pues da la imagen que se está vendiendo la Cancillería”, expresó el jefe de la diplomacia nacional.

Agregó que la información de lo utilizado con ese fondo en años anteriores debe estar en los archivos de ese ministerio, y que él había pedido un reporte administrativo sobre toda ayuda, no solo de Taiwán, sino de otros países.

Carrera comentó que a largo plazo se quieren “normalizar” las relaciones con la República Popular de China, pero que son planes independientes a lo de Portillo y Taiwán.

“Nos parece que el primer paso importante es fortalecer las relaciones económicas y culturales de ambos países, aunque no existan relaciones políticas y diplomáticas”, afirmó.

Portillo, al pactar con la justicia de EE. UU., busca una sentencia máxima de seis años de prisión, para volver al país.

Su ex esposa Evelyn Morataya tuiteó ayer: “En reciente comunicación con el ex presidente me manifestó que su único deseo es regresar a Guatemala y dedicarse a su familia y a Gabriela (su hija)”.

Recursos eran para bibliotecas. La Fiscalía de Nueva York acusó a Portillo de haber lavado en bancos de EE.UU., del 2000 al 2002, US$70 millones de fondos del Gobierno.

Se indicó que Taiwán le entregó a Portillo tres cheques por US$1,5 millones, supuestamente para el proyecto Bibliotecas para la Paz.

Cada biblioteca tenía un máximo de 30 libros; una esfera del mapamundi, mapa de Guatemala, un pabellón y libros para docentes. Fueron donados a escuelas.

Edna de Riley, hermana de Portillo, dirigió ese proyecto, a un costo de Q25 millones, administrados por el Estado Mayor Presidencial.

El primer cheque por US$500 mil se giró el 10 de enero del 2000.

El 25 de julio del 2000 le entregaron otros dos cheques, cada uno por US$500 mil.

Portillo endosó los cheques y fueron depositados en un banco de Miami, Florida.

Según la Fiscalía de Nueva York, parte de la donación se desvió por medio de transacciones y transferencias a cuentas bancarias de María Padua, ex esposa de Portillo —fallecida en mayo del 2010— y a Otilia Portillo, hija de ambos, en el banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) en París, Francia.

El MP inició una investigación por esos fondos en febrero del 2005.

US$2.5 millones es lo que Portillo reconoció haber recibido.

Q25 millones habría sido el costo de las bibliotecas.

Busca aval. Desde 1949, Taiwán se separó de China Continental, luego del triunfo de la revolución encabezada por Mao Tse-tung sobre el Partido Nacionalista o Kuomintang, cuyos aliados se refugiaron en la isla de Formosa —ahora Taiwán—, por lo cual es considerada una provincia rebelde.

Solo 22 países reconocen a Taiwán; hay 12 de América, de ellos, los de Centroamérica, con excepción de Costa Rica; seis en Oceanía; tres en África y el Vaticano, en Europa.

En julio del 2007, Costa Rica anunció la ruptura con Taiwán y su vinculación con la China comunista.

Los aportes de Taiwán a gobernantes y cooperación a países aliados han sido conocidos para el apoyo diplomático y un voto en la asamblea anual de la ONU, en donde ha fracasado en su intento de ser reconocido como país miembro de ese ente.

El expresidente de El Salvador Francisco Flores (1999-2004) es acusa do de haber recibido US$10 millones en tres cheques.

Afecta opinión pública. Politólogos y sociólogos afirman que la confesión del expresidente Portillo es negativa porque acentúa la idea en las personas de que la política es sucia y una forma fácil de enriquecerse.

Es negativa para imaginario. Edmundo Urrutia, politólogo de Flacso, dijo que las declaraciones de Portillo son lamentables y no benefician, porque “de alguna manera esto viene a reforzar la percepción que tiene la mayoría de la población de que la política en Guatemala sigue siendo la forma más rápida y más fácil de hacer dinero”.

Se genera desencanto. Geidy de Mata, directora de la Escuela de Ciencia Política de la Usac, dijo que las palabras de Portillo “generan un desencanto en la población, particularmente en las personas que fueron beneficiadas con los programas que implementó”. Agregó que esto fomenta la necesidad de que la población pida transparencia.

Debilidad de la región expuesta. Roberto Wagner, analista de temas internacionales, destacó que la declaración del expresidente evidencia la vulnerabilidad de Guatemala y de toda la región en general, ante el poder económico internacional. “Se ve a la región muy vulnerable ante el poder seductor del dólar, que socava nuestra soberanía”, afirmó.

Daña percepción sobre políticos. Según Carmen Ortiz, del programa Opinión Pública de la Universidad Rafael Landívar, casos como el del expresidente Portillo son perjudiciales, porque “reafirman la percepción nacional e internacional de que la política es algo sucio. Prácticamente un político se convierte en sinónimo de corrupto”.